Un edulcorante natural con una décima parte de las calorías del azúcar, la alulosa, podría ser un “ingrediente innovador”

Tribune Content Agency

CHICAGO — Las personas que buscan reducir el consumo de azúcar pronto verán un ingrediente novedoso: la alulosa, un sustituto que sabe y funciona de manera muy similar al azúcar, pero con una décima parte de las calorías y ninguno de los inconvenientes que causan en la insulina y las caries.

La alulosa, considerada un "azúcar raro", obtuvo en abril la bendición de la Administración de Drogas y Alimentos de los EU (U.S. Food and Drug Administration, o FDA) para no ser contada como azúcar en las etiquetas nutricionales porque no produce los mismos efectos físicos.

Desde entonces, su principal fabricante ha visto un aumento en el interés por parte de las compañías de alimentos que buscan atender al gran y creciente contingente de consumidores preocupados de que el azúcar añadida desempeña un papel principal en la obesidad y las enfermedades.

"El tamaño, el valor y la cantidad de oportunidades en las que estamos trabajando conjuntamente con los clientes, desde abril, probablemente han crecido en un factor de tres o cuatro", estimó Bill Magee, vicepresidente senior y gerente general de soluciones de alimentos y bebidas en Tate & Lyle (un fabricante de ingredientes,) que fue pionero en el desarrollo comercial de la alulosa en su centro de innovación global en Hoffman Estates, Illinois.

"Muchos de estos clientes habían estado haciendo el trabajo para estar listos a comenzar, y ahora (con la decisión de la etiqueta de la FDA) todos se están apresurando para descubrir cómo incorporar esto en sus marcas", indicó.

La orientación de la FDA (una respuesta a una petición de Tate & Lyle) se produce al momento en que grandes empresas se enfrentan a una fecha límite de 2020 para cumplir con los nuevos lineamientos de etiquetado nutricional que llaman más la atención sobre el contenido de azúcar, incluida una nueva línea para "azúcares añadidos".

Ahora que la alulosa puede excluirse del conteo de azúcar y puede usarse con una declaración de "sin azúcar añadida", el ingrediente es trascendental para atraer a los compradores conscientes de las etiquetas.

"El azúcar es la cosa número uno que los consumidores están tratando de evitar", afirmó Lu Ann Williams, directora de inspiración e innovación de Innova Market Insights en Ámsterdam. "Da una gran ventaja si su producto es realmente dulce y no tiene mucha azúcar".

La alulosa aún enfrenta obstáculos, incluidos los altos costos y las preocupaciones sobre los posibles efectos secundarios. Pero está lista para agregar una solución única al arsenal de edulcorantes de los fabricantes de alimentos en un momento en que los consumidores buscan tanto ingredientes naturales como una reducción del azúcar.

Se comporta como el azúcar

Las grandes compañías de alimentos como Mondelez, con sede en Deerfield, Illinois, fabricante de Oreos y Chips Ahoy, están evaluando cómo la alulosa podría encajar en sus estrategias de reducción de azúcar, particularmente para productos horneados que son más difíciles de preparar con sustitutos del azúcar ya que no proporcionan la textura o nitidez del original.

"Vemos la alulosa como una herramienta que podría ser útil en ese sentido", comentó Dale Kyser, vicepresidente de investigación y ciencias de la nutrición en Mondelez. Si bien se negó a comentar sobre lanzamientos de productos pendientes, dijo: "Creo que verán más productos que comiencen a usarla".

Según Nielsen, más de la mitad de los hogares aseguran que "bajo en azúcar" es un factor clave al decidir qué comprar. Las ventas de productos que afirman tener un bajo contenido de azúcar aumentaron un 2.7 por ciento en los 12 meses que terminaron en mayo, el mayor incremento entre todas las otras declaraciones sobre dieta, notificó la firma de investigación de mercado.

Las ventas de edulcorantes artificiales han disminuido en los últimos cinco años, mientras que las ventas de stevia, un edulcorante natural de alta intensidad, aumentaron, según Nielsen. Pero a diferencia de esos otros sustitutos, la alulosa se comporta como el azúcar en una amplia variedad de aplicaciones, lo que permite que el algodón de azúcar sea suave y que los caramelos puedan ser masticados.

Su amplitud de usos potenciales podría tener importantes implicaciones para la salud pública en una nación cada vez más pesada, agregó Abigail Storms, vicepresidenta de edulcorantes de Tate & Lyle, que vende alulosa bajo la marca Dolcia Prima.

"Si se usa la alulosa en todas las categorías en las que está aprobada, podría reducir las calorías totales en el sistema alimentario de EU en un 10 por ciento", destacó Storms, cuya compañía también fabrica el edulcorante artificial Splenda.

La alulosa ha estado disponible comercialmente durante cuatro años, pero la incapacidad de hacer declaraciones de reducción del azúcar en el etiquetado evitó que fuera ampliamente adoptada, y es relativamente desconocida fuera de la comunidad de los diabéticos y los círculos de la dieta cetogénica.

Quest Nutrition, que utiliza alulosa en algunas de sus barras de proteínas, fue el primer adoptante importante. (Quest anunció recientemente que la matriz de la marca Atkins la está adquiriendo por mil mil millones de dólares). Los productos horneados Know Better e IQ Bar, también empresas de alimentos enfocadas en la salud, la usan en sus productos. Coca-Cola la ha probado discretamente en la mezcla de edulcorantes en algunos sabores de sus tés antioxidantes Fuze.

Williams, de Innova Market Insights, mencionó que la alulosa podría seguir los pasos de la proteína a base de plantas, que comenzó en productos de nutrición deportiva y ahora es omnipresente.

"Podría suceder muy rápido", recalcó.

¿Qué es la alulosa?

Descubierta por primera vez en la década de 1940, la alulosa se produce naturalmente en alimentos como el trigo, los higos, las pasas, el jarabe de arce y la melaza, aunque para aplicaciones comerciales se deriva del almidón de maíz a través de un proceso enzimático. Tiene la estructura molecular de otros monosacáridos como la fructosa y la glucosa.

Pero a diferencia de esos azúcares, no es metabolizado por el cuerpo humano y se excreta casi por completo en la orina, lo que resulta en solo 0.4 calorías por gramo, en comparación con 4 calorías para el azúcar regular. Además, no eleva los niveles de glucosa en la sangre ni contribuye a la caries dental, hechos que la FDA citó en su borrador de orientación como razones para no contar la alulosa como azúcar con fines nutricionales.

Mientras tanto, es funcionalmente similar al azúcar regular, lo que la distingue de muchos otros sustitutos.

Los edulcorantes artificiales de alta intensidad como el aspartamo (Equal), la sucralosa (Splenda), o los edulcorantes naturales como la stevia y la fruta del monje, deben usarse en pequeñas cantidades porque son cientos de veces más dulces que el azúcar. La alulosa, por otro lado, es 70 por ciento tan dulce como el azúcar e imita su volumen, su sensación en la boca, su capacidad de dorarse y su punto de congelación, por lo que puede ocupar el lugar del azúcar en una variedad de productos, desde galletas hasta helados.

"El azúcar es un ingrediente bastante mágico", describió Nate Yates, líder de reducción de azúcar en Ingredion, un fabricante de ingredientes en los suburbios de Westchester, Illinois. "La alulosa aprueba muchos elementos en la lista del reemplazo del azúcar".

Ingredion, en sociedad con Matsutani Chemical Industry Co., de Japón, planea comenzar a producir alulosa el próximo mes en su fábrica en México, para abastecer al mercado japonés y al continente Americano bajo la marca Astraea.

Yates anticipa que la alulosa se utilizará en helados, yogures, barras nutritivas, cereales, bebidas y lácteos a base de plantas, probablemente en combinación con stevia para obtener un poder edulcorante adicional.

"Lo que es bastante sorprendente es que simplemente no vemos productos que tengan un reflejo tan cercano del azúcar tanto en sabor como en funcionalidad", explicó Yates. "Creo que tiene la capacidad de ser un ingrediente innovador".

Grupo buscó etiquetas de advertencia

A algunos grupos les preocupa que aún se desconozca mucho sobre los efectos secundarios de la alulosa. El Centro para la Ciencia en el Interés Público sin fines de lucro, en un comentario a la FDA, apoyó no contar la alulosa como azúcar en el etiquetado porque el cuerpo no la absorbe, pero advirtió que es “justo por esa razón que les preocupa, ya que no se absorbe completamente en el cuerpo y podría causar efectos adversos, como náuseas, hinchazón, dolor de cabeza, diarrea y dolor abdominal".

Varios estudios que encontraron que la alulosa no causa problemas gastrointestinales cuando se consume en cantidades moderadas, tenían tamaños de muestra pequeños y se realizaron solo con adultos sanos, subrayó el grupo de defensa de la salud pública.

"Estamos particularmente preocupados de que estos efectos adversos puedan dañar a niños y personas con síndrome del intestino irritable", decía la carta, que recomendaba que la FDA exija etiquetas de advertencia sobre problemas digestivos en productos que contienen alulosa.

La FDA (que otorgó a la alulosa una designación "generalmente reconocida como segura" en 2011) está revisando los comentarios sobre su borrador de orientación antes de emitir una regulación final, la cual incluirá fechas de implementación. Pero las empresas pueden modificar sus etiquetas para excluir la alulosa del grupo de azúcares. La alulosa aún debe contarse en la línea de los carbohidratos totales.

Para la Asociación Estadounidense de Educadores en Diabetes, los beneficios potenciales para la salud de la alulosa superan las preocupaciones sobre los efectos secundarios.

"La cantidad que consume una persona debería ser muy alta para tener efectos negativos", dijo Joanne Rinker, directora de práctica y desarrollo de contenido de la organización. "Creo que es muy inofensiva, pero cada persona es diferente y es importante que cada individuo considere su propio nivel de tolerancia".

La alulosa se está volviendo cada vez más popular entre las personas con diabetes que deben controlar los niveles de glucosa, y sabe más a azúcar que a otros sustitutos, puntualizó.

"Básicamente no tiene el sabor ligeramente amargo que tienen algunos otros", reveló Rinker.

También está abriéndose camino entre las personas que siguen la popular dieta cetogénica alta en grasas y baja en carbohidratos, que restringe severamente la ingesta de azúcar.

El costo podría ser un desafío

Nui, una marca de galletas ceto-amigables fundada hace tres años en California, reformuló recientemente todas sus recetas para incluir la alulosa, que no usaba antes porque el etiquetado de la alulosa como azúcar causaba "demasiada fricción" con los clientes, confesó el cofundador Víctor Macías.

La compañía, que lanzará los nuevos productos el próximo mes, hasta ahora ha utilizado una mezcla de fruta de monje y eritritol, un alcohol de azúcar bajo en calorías, pero tuvo problemas para obtener la masa correcta y algunas personas se quejaron de problemas gástricos y de un sabor raro, apuntó Macías.

En pruebas de sabor a ciegas de la nueva receta de alulosa con consumidores de galletas convencionales y personas que hacen dieta ceto, "la respuesta ha sido increíble", detalló Macías, cuya compañía proyecta más de dos millones de dólares en ventas este año. "El sabor y la textura son mejores”.

Macías dijo que el mayor desafío es el alto costo de la alulosa, pero espera que el precio baje a medida que aumenta la producción.

"Creemos en ella a largo plazo", agregó Macías, quien vende una caja de 16 galletas Nui por 24.95 dólares. "Queremos ser el Nabisco de los carbohidratos bajos, ese es nuestro objetivo".

Las empresas que actualmente usan alulosa, muchas de ellas nuevas, están dirigidas a clientes dispuestos a pagar más por su nutrición.

Magic Spoon, con sede en Nueva York, que elabora versiones saludables de cereales antiguos que apelan a la nostalgia, utiliza alulosa, en combinación con stevia y fruta de monje para los recubrimientos dulces de sus “O’s” afrutados, escarchados, de cacao y canela. Con un precio de 39 dólares por un paquete de cuatro cajas, cada una de las cuales contiene siete porciones, Magic Spoon tiene como objetivo atraer a las personas que de lo contrario comprarían una barra de proteína o un batido de frutas para el desayuno, informó el cofundador, Greg Sewitz.

Sewitz espera que la alulosa se vuelva más común en los productos alimenticios en general en los próximos uno o dos años, probablemente para nuevos lanzamientos en lugar de reformulaciones debido al riesgo de molestar a los consumidores leales.

"A medida que baje el precio, será una obviedad para las compañías comenzar a usarlo", opinó Sewitz.

Varias compañías venden versiones cristalinas y líquidas de alulosa directamente a los consumidores. Una bolsa de 14 onzas de Health Garden se vende al por menor por 13.99 dólares en Amazon y Walmart.

Educación del consumidor

En Tate & Lyle en Hoffman Estates, donde el fabricante de ingredientes británico tiene su sede en Norteamérica, los lineamientos de etiquetado de la FDA son un punto de inflexión en los esfuerzos de la compañía para extender el alcance de la alulosa, que comenzó a desarrollarse hace una década.

La compañía, que emplea a aproximadamente mil personas en Illinois, ha desarrollado eficiencias para reducir el costo de producción y superar los desafíos, incluida la creación de una fórmula cristalina que puede funcionar con el chocolate. En los últimos años, ha estado ayudando a los fabricantes a experimentar con la alulosa en su planta, donde cuenta con líneas de horneado en miniatura y equipos de muestra para hacer una amplia variedad de productos que incluyen dulces, aderezos para ensaladas, bebidas carbonatadas, helados y ositos de goma. Un equipo de expertos sensoriales con paladares capacitados está disponible para dar su opinión sobre los productos de prueba.

La compañía está lista para la producción a gran escala de la alulosa en su fábrica en Loudon, Tennessee, y con la eliminación del obstáculo reglamentario, la parte difícil ahora es educar a los consumidores que nunca antes habían oído hablar del ingrediente.

Las nuevas etiquetas deberían ayudar. Un caramelo masticable en el que la alulosa reemplaza más de la mitad del azúcar ve reducido el contenido calórico de 160 a 120. Antes de la decisión de la FDA, la etiqueta nutricional indicaba que contenía 26 gramos de azúcar, pero después del cambio, muestra solo 12 gramos.

La forma en que los productos promuevan esa reducción de azúcar depende de su audiencia. Algunas compañías de alimentos saludables querrán resaltarlo, mientras que los fabricantes de dulces que no quieren molestar a los clientes con un producto dietético pueden dejar que la etiqueta nutricional hable por sí misma, dijo Storms. Los productos de alta gama que venden indulgencia pueden jugar con el hecho de que están usando un "azúcar raro", sugirió.

Jim Carr, director de tecnología de ingredientes mundial en Tate & Lyle, concluyó que el potencial para la alulosa es emocionante.

"Cuando piensas en productos nutricionalmente posicionados, siempre habían tenido que renunciar a algo", detalló Carr. "Para mí, este es realmente un cambio de paradigma en el que realmente podemos hablar sobre productos más saludables desde un punto de vista nutricional que también tienen un excelente sabor".

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