WASHINGTON — El distrito del Senado estatal de Florida de Dennis Baxley está lleno de personas mayores con el tiempo, el talento y la motivación para hacer una diferencia en la política.
“Mis electores vinieron aquí desde pueblos pequeños de todo el país, y muchos de ellos tenían sus propios negocios o profesiones y aún tienen mucha energía para esta próxima fase de su vida”, comentó Baxley. “Están muy centrados en preservar lo que consideran los valores estadounidenses, y muy preocupados de que el país se esté convirtiendo en algo distinto a los Estados Unidos que conocen y aman”.
Áreas como el distrito de Baxley, que incluye a la extensa comunidad de jubilados de The Villages, al sur de Gainesville, podrían obtener más poder político dentro del estado si Florida decide utilizar a los ciudadanos en edad de votar como la base para trazar distritos, en lugar del total de la población, incluidos niños e inmigrantes que no son ciudadanos.
Aunque la Constitución de los Estados Unidos es clara en cuanto a que los escaños del Congreso deben distribuirse a los estados por población, los estados han tenido la libertad de tomar sus propias decisiones sobre el trazado de los distritos legislativos.
Como resultado, los conservadores han planteado repetidamente la idea de dibujar distritos legislativos estatales en función del número de ciudadanos en edad de votar. La teoría es que hacerlo contrarrestaría el creciente poder de las ciudades liberales que atraen a un gran número de inmigrantes, algunos de los cuales viven ilegalmente en el país, en estados republicanos como Texas y Florida.
La perspectiva de ganancias republicanas ayudó a impulsar la propuesta de la administración Trump de agregar una pregunta de ciudadanía al censo de EU de 2020.
La idea tropezó el jueves cuando la Corte Suprema declaró que no permitiría que esa pregunta se agregara sin más justificación por parte del Departamento de Comercio, que supervisa el censo. Al menos, esto demorará la implementación, en un momento en que el departamento esperaba imprimir los formularios para finales de mes. El presidente Donald Trump tuiteó que quería retrasar el censo hasta que la pregunta sea aprobada.
Muchos distritos conservadores como el de Baxley se beneficiarían del cambio en los distritos, según un análisis de Stateline de los datos de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense.
De los mil 97 distritos de senados estatales en todo el país que se beneficiarían, el 63 por ciento está en manos republicanas.
De los 811 que sufrirían, el 55 por ciento son demócratas. (El análisis excluye a Vermont y Virginia Occidental, que no tienen distritos de un solo miembro para el Senado estatal).
Trazar los distritos legislativos con base en los ciudadanos adultos es una idea que se ha expuesto en los estados predominantemente republicanos de Alabama, Arizona, Kansas, Missouri, Nebraska, Tennessee y Texas. Un fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos de 2015 sugirió que es legal, dado que Hawái ha trazado distritos de acuerdo con el número de votantes registrados debido a la confusión causada por el personal temporal de las fuerzas armadas que cuentan como residentes pero votan en sus estados de origen.
La decisión unánime en el caso Evenwel vs Abbott de 2016, redactada por la jueza Ruth Bader Ginsburg, señaló que muchos estados ya excluyen de la redistribución de distritos a algunas personas que no votan, como los presos o el personal del servicio armado en ubicaciones temporales, y que el tribunal tradicionalmente ha “dejado el trazado de las fronteras políticas de los estados a los estados”.
Pero el análisis de Stateline muestra que la idea, si se implementa en todo el país, también ayudaría a muchas áreas liberales ricas y perjudicaría a algunas rurales y suburbanas republicanas con trabajadores inmigrantes.
Los beneficios políticos para áreas más rurales y conservadoras con poblaciones de mayor edad como The Villages, una comunidad para personas de más de 55 años con la mayor población de ciudadanos en edad de votar que cualquier otro distrito senatorial en Florida, son evidentes. El Distrito 12 del Senado, que incluye The Villages, tiene pocos nuevos inmigrantes o niños.
A nivel nacional, los distritos legislativos que más sufrirían en términos de pérdida de representación son diversos distritos demócratas como el de la senadora del estado de Texas Carol Alvarado en el este de Houston. Su distrito tiene la población de ciudadanos en edad de votar más baja del estado.
“Cada vez que pierdes algún nivel de representación, no es bueno para la ciudad”, advirtió Alvarado. “Las personas aquí están utilizando recursos (están manejando en las carreteras y pagando al sistema tributario), por lo que deben ser contadas cuando sea el momento de repartir los recursos”.
Pero Edward Blum, director del conservador Proyecto sobre la Representación Justa con sede en Virginia, quien ayudó en el caso de Evenwel apoyando la redistribución de distritos por ciudadanía, comentó que dicha redistribución de distritos es la forma más justa, incluso si cualquiera de las partes pudiera resultar perjudicada en casos específicos.
“Independientemente de los resultados partidistas”, agregó, “el uso de la ciudadanía en lugar de la población total en la redistribución de distritos fomentará el objetivo de la igualdad electoral”. Blum definió la decisión de la Corte Suprema del jueves como “quizás solo un retroceso temporal”.
En Kansas, donde su entonces Secretario de Estado Kris Kobach formó parte de las discusiones de la administración Trump en 2017 sobre la cuestión de la ciudadanía, el distrito más vulnerable es uno republicano en torno a la ciudad de Dodge, donde los inmigrantes han sido atraídos a empleos en las plantas empacadoras de carne.
El distrito del Senado estatal que más se beneficia, con la mayor población de ciudadanos en edad de votar, es uno demócrata centrado en la Universidad Estatal de Kansas en Manhattan.
Tom Hawk, el senador estatal demócrata por el área de Manhattan, dijo que considera los puntos de vista de los agricultores conservadores y los del personal militar en Fort Riley tanto como lo hace con los de los estudiantes universitarios y profesores de tendencia liberal.
“Estoy moralmente obligado a representar a las personas que no votan e incluso a las que no están de acuerdo conmigo”, afirmó Hawk.
En Florida, el distrito del Senado estatal que tiene más por perder, en torno a Hialeah, una ciudad al norte de Miami conocida como un imán para los nuevos inmigrantes cubanos, es republicano.
En general, los demócratas tienen los distritos del senado estatal con mayor probabilidad de perder el poder en 36 estados, pero también tienen los distritos con más probabilidades de beneficiarse en 35 estados, principalmente porque son áreas liberales pero costosas con poblaciones relativamente pequeñas de nuevos inmigrantes y familias, como el centro de Manhattan, Nueva York; Portland, Oregón; y San Francisco.
Los estados tendrían dificultades para hacer el cambio sin los resultados de la pregunta de ciudadanía del censo, que proporcionaría un recuento detallado de los ciudadanos en edad de votar para trazar los nuevos distritos legislativos estatales en 2022.
De hecho, documentos recién descubiertos escritos por un estratega republicano ya fallecido sugieren que dicha redistribución de distritos fue una de las principales razones para agregar la pregunta.
Excluir a los nuevos inmigrantes y los niños en el trazado de los distritos legislativos “claramente sería una desventaja para los demócratas” y “sería ventajoso para los republicanos y los blancos no hispanos” pero sería imposible sin una pregunta del censo que proporcione los datos, según documentos privados de Thomas Hofeller, especialista en redistribución de distritos, obtenido por la American Civil Liberties Union.
Hofeller estaba discutiendo los resultados de un estudio de Texas en 2015 que mostraba que las áreas de alta inclinación demócrata, como la de Houston, perderían la representación del estado, mientras que las áreas rurales de baja inmigración y más sólidamente republicanas en el norte del estado ganarían.
Los estados y las ciudades a menudo han utilizado sus propias formas de contar a las personas para crear distritos locales. Algunos estados cuentan a los estudiantes foráneos en universidades fuera de algún estado como si todavía vivieran en casa, por ejemplo, y varios estados se han movilizado para contar a los prisioneros en sus comunidades de origen, que a menudo están en ciudades demócratas, en lugar de en las áreas rurales más conservadoras que albergan las prisiones.
“La división por criterios de votación hace que sea más fácil la manipulación de los distritos electorales”, aseveró Paul Edelman, un profesor de derecho de la Universidad de Vanderbilt que estudia el tema. “Al mismo tiempo, no puedo evitar preocuparme por las enormes disparidades en las poblaciones elegibles para votar (entre distritos). Es difícil creer que el representante no esté más influenciado por los votantes que por la población total”.
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