AUSTIN, Texas — Juan, un migrante indocumentado de 41 años de edad originario de San Luis Potosí, México, está acostumbrado a trabajar hasta 10 horas diarias como cocinero en un restaurante de Dallas.
Pero durante la pandemia del coronavirus, su horario se ha reducido casi a la mitad. Su esposa, una trabajadora doméstica, recibió instrucciones de sus empleadores para que dejara de acudir a la casa que normalmente limpia dos veces por semana.
La pareja tiene cuatro hijos, de tres, nueve, 14 y 19 años, y una hipoteca sobre una casa en McKinney. Su hijo de 19 años trabaja en una compañía de electricidad para ayudarle a la familia.
“Solo quiero que mi familia tenga comida, agua y servicios públicos, para que no tengan que sufrir en este momento”, comentó Juan, quien le pidió al Dallas Morning News que no usara su nombre completo. “Te afecta financiera y emocionalmente. … Es algo que nadie esperaba”.
Los trabajadores como Juan, que son la columna vertebral de las industrias de servicios, manufactura y construcción de Texas, han sido duramente afectados por la pandemia. Pero debido a su estatus legal, están fuera de los programas de seguridad como el seguro de desempleo del que pueden depender muchos trabajadores despedidos.
En su lugar, ha surgido una red informal de organizaciones comunitarias para ayudar a las familias a superar la crisis, ya sea pagando una bolsa de alimentos o dándoles subvenciones para que puedan permanecer en sus casas durante la pandemia.
Rosey Sullivan, barman y gerente general de un restaurante de Dallas, lanzó el Fondo de Trabajadores Indocumentados de Dallas después de enterarse de un esfuerzo similar en Nueva York.
Espera utilizar el fondo para darle a los trabajadores indocumentados que han perdido sus trabajos en la hostelería debido a la pandemia unos 150 dólares cada uno. “No es mucho, pero para siete personas eso es la comida del mes”, aseveró. “Solo intento recaudar la mayor cantidad de fondos posible”.
La Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos también lanzó el mes pasado el Fondo de Atención contra el Coronavirus para apoyar a los trabajadores de atención domiciliaria, las niñeras y los limpiadores de casas. A través del fondo, los afiliados locales de la alianza, como Domésticas Unidas en San Antonio, han recibido subvenciones para ayudar a sus miembros a permanecer en sus casas durante la pandemia.
De las casi 200 trabajadoras de Domésticas Unidas, 50 recibieron una subvención de 400 dólares de la alianza, anunció Araceli Herrera, la directora ejecutiva.
“Fue difícil saber a quién ayudar porque todos están viviendo al día”, dijo Herrera, una limpiadora de casas de 60 años originaria de la Ciudad de México.
Aunque Herrera ya tiene suficiente para sobrevivir el próximo mes, está preocupada por lo que ella y los demás tendrán que hacer en mayo.
La organización sin fines de lucro ImmSchools suele trabajar con escuelas de Dallas, San Antonio y la Ciudad de Nueva York para brindar apoyo a las familias de condición migratoria mixta, pero ha cambiado de rumbo para brindar asistencia financiera a las familias afectadas por la pandemia, afirmó Lorena Tule-Romain, ex inmigrante indocumentada y cofundadora de la organización sin fines de lucro.
Ha concedido subvenciones de 200 dólares a 40 familias para el mes de abril, pero espera proporcionar apoyo continuo a 100 familias.
“La idea es ayudar a las familias con tres o cuatro necesidades esenciales, desde alimentos hasta ayudarles con los servicios públicos … y otras necesidades”, agregó Tule-Romain.
Juan aún no ha aprovechado la ayuda externa, pero dice que encontró esperanza en los esfuerzos de ofrecer asistencia a sus compañeros migrantes.
“El hecho de que se preocupen por nosotros y nos escuchen es motivador”, añadió. “Es hermoso recibir ayuda de gente de aquí que también es muy trabajadora”.
Pero estos esfuerzos no pueden empezar a cubrir totalmente la necesidad, y algunos quieren ver que se use la ayuda del gobierno para ayudar a los trabajadores independientemente de su estatus.
“Ellos son los que trabajan en las plantas empacadoras de carne, en las avícolas. También son los que trabajan en las obras de construcción, manteniendo abiertas las carreteras y caminos para que los camioneros puedan hacernos llegar nuestro suministro de alimentos. Son trabajadores esenciales”, aseveró Domingo García, presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC). “Son parte de las tropas de la línea del frente, como las enfermeras o los médicos del hospital. Ellos son los que están llevando alimentos a las mesas de Estados Unidos en este momento”.
Se estima que 7.6 millones de los 11 millones de los inmigrantes indocumentados en el país forman parte de la fuerza laboral, según las cifras más recientes del Centro de Investigación Pew.
“Son una parte importante de la economía y de nuestra salud económica, así como una parte importante del trabajo que se está perdiendo”, enfatizó Bill Beardall, abogado y director ejecutivo del Centro de Justicia Equitativa, un bufete de abogados sin fines de lucro que ayuda a los trabajadores sin importar su estatus migratorio.
Pero en Texas y en la mayoría de los estados, los trabajadores indocumentados son excluidos de recibir beneficios públicos, incluyendo el seguro de desempleo.
Esto se debe a que para calificar para el seguro de desempleo de Texas las personas deben estar autorizadas para trabajar y se les exige haber laborado legalmente por un periodo de tiempo requerido antes de perder su trabajo.
La mayoría de los trabajadores no autorizados tampoco recibirán los cheques de mil 200 dólares del paquete de estímulo federal firmado por el presidente Donald Trump (aun cuando pagaron impuestos). LULAC está cabildeando para que los trabajadores indocumentados sean incluidos en cualquier paquete de estímulo futuro.
Muchos de estos trabajadores tampoco cuentan con seguro médico, lo que puede presentar un dilema durante la pandemia.
Sin seguro médico, Juan se preocupa de ir a trabajar durante la pandemia y de infectarse o infectar a otros si contrae el virus, pero no puede permitirse no trabajar.
El mes pasado, las finanzas de su familia habían sido lo suficientemente estables como para conseguir otro coche con un préstamo. Ahora, no sabe si tendrá suficiente dinero para comprar abarrotes.
En San Antonio, Herrera ha estado planeando cómo reducir gastos desde que algunos de sus empleadores cancelaron sus servicios, como lo hacen muchas de las mujeres de Domésticas Unidas. Dijo que el grupo está recolectando historias de las trabajadoras domésticas en este momento con la esperanza de crear conciencia de su difícil situación a nivel nacional.
“Espero que el gobierno olvide los estatus legales”, dijo. “Somos gente muy trabajadora y estamos en mayor riesgo”.
Dónde obtener ayuda
Aquí presentamos algunos recursos para los trabajadores y sus familias:
Los trabajadores de la hostelería pueden solicitar las subvenciones del Fondo de Trabajadores Indocumentados de Dallas enviando un correo electrónico a undocumentedworkersfunddallas@gmail.com, y el fondo está aceptando donaciones a través de Venmo. Se puede encontrar más información en uwfd.squarespace.com.
Los trabajadores domésticos y de cuidados en el hogar pueden solicitar ayuda de la Alianza Nacional de Trabajadores Domésticos en línea. La alianza está financiando primero a los afiliados, pero también está aceptando solicitudes de aquellos que no son miembros. Para presentar una solicitud, visita domesticworkers.org.
ImmSchools está recaudando fondos para ayudar a dar a más familias asistencia financiera. También está trabajando para compartir información sobre recursos para familias con miembros no autorizados en su sitio web: www.immschools.org.
La organización sin fines de lucro Techqueria está recaudando fondos para proporcionar asistencia financiera a trabajadores no autorizados en todo el país. Para donar o presentar una solicitud, visita su campaña: secure.givelively.org/donate/techqueria/support-undocumented-families-and-individuals-during-the-pandemic.
Asistencia legal
Los abogados del Centro de Justicia Equitativa ayudan a los trabajadores que no reciben pago por su trabajo, sin importar su estatus migratorio.
Los trabajadores no autorizados están totalmente cubiertos por las protecciones de las leyes laborales y salariales básicas y tienen derecho a que se les pague, incluyendo las horas extras, por cualquier trabajo que hayan realizado. También podrían calificar para la licencia pagada ampliada en la Ley de Families First aprobada en marzo si su empleador ya les ofreció una licencia pagada.
Para obtener más información sobre el centro, visita equaljusticecenter.org o llama al 800-853-4028.
Beneficiarios de DACA
Los inmigrantes autorizados para trabajar bajo el marco del programa de Acción Diferida para los Llegados la Infancia (DACA, por su sigla en inglés) pueden tener derecho a los beneficios de desempleo si cumplen otros requisitos de elegibilidad. Para obtener más información, visita www.twc.texas.gov.
Los beneficiarios de DACA y los que han adquirido recientemente estatus legal también podrían calificar para recibir ayuda en virtud de la “Asistencia para el empleo en caso de pandemia” del paquete de estímulo federal. Esa asistencia está destinada a ayudar a los trabajadores.
Visit The Dallas Morning News at www.dallasnews.com