HARTSVILLE, Carolina del Sur — A Rachel Minus no le impresionan los candidatos presidenciales demócratas. Solo están reciclando gastados temas de discusión para los votantes afroamericanos como ella, comentó, con una curiosa excepción.
La millennial de Carolina del Sur está a favor de Tom Steyer, un multimillonario del Área de la Bahía que ha sido caricaturizado por los críticos como la definición de un hombre blanco privilegiado y rico.
“Tengo la sensación de que él se preocupa por nosotros”, destacó Minus, mientras esperaba que Steyer subiera al escenario en la Iglesia Bautista de Jerusalén, una congregación afroamericana que data de finales del siglo XIX. “Los otros candidatos dicen cosas que son falsas. Lo hemos visto año tras año con el Partido Demócrata. Así que cuando siguen repitiendo los mismos temas de discusión, lo escuchas y cae en oídos sordos. Tom es genuino”.
Ese sentimiento es especialmente significativo en un estado donde cerca de tres de cada cinco votantes demócratas en las elecciones primarias presidenciales de hace cuatro años fueron afroamericanos. El agresivo gasto de Steyer aquí y en Nevada compró suficiente apoyo en las encuestas estatales para permitir que el ex administrador de fondos de cobertura calificara para el debate demócrata televisado nacionalmente la semana pasada, para disgusto de algunos rivales y un coro en las redes sociales.
Al hacer campaña, su politiqueo personal es inconsistente y es propenso a divagar. Su único momento viral tuvo lugar cuando Steyer fue captado por la cámara después del debate, tratando torpemente de saludar a sus rivales Bernie Sanders, el senador de Vermont, y la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, incluso mientras ambos estaban en medio de un tenso intercambio privado.
“¡Quedaste atrapado entre el fuego cruzado!”, bromeó la congresista Alma Adams en una conferencia de prensa el sábado por la mañana en Charlotte, Carolina del Norte. (El evento giraba en torno al plan de Steyer para la inversión en universidades históricamente afroamericanas, pero los dos nunca llegaron a hablar sobre el respaldo o los detalles de la política.)
Steyer sabe algo sobre la organización en comunidades minoritarias. En los años previos a su candidatura a la presidencia, construyó una maquinaria activista nacional que movió a la acción a activistas comunitarios, registró a votantes jóvenes y persuadió a los californianos para que recaudaran millones en impuestos, todo para promover las causas de la justicia social, la acción contra el cambio climático y la atención médica asequible.
Aunque los conocedores de la política en Washington generalmente descartan su reciente impulso como algo que probablemente durará poco, algunos de los residentes políticos de esta área no están tan seguros.
“La gente está diciendo: ‘Tal vez deberíamos considerar a este tipo'”, comentó Bruce Ransom, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Clemson. “¿Será suficiente como para prevalecer en febrero? Lo dudo. Pero si los candidatos llegan a las elecciones aquí todos amontonados y él tiene un bastión establecido, entonces ¿quién sabe?”.
Una reciente encuesta de Fox News mostró que Steyer ha pasado al segundo lugar en Carolina del Sur, con un 15 por ciento de apoyo entre los probables votantes de las elecciones primarias demócratas. Aunque eso representa 21 puntos porcentuales menos que el ex vicepresidente Joe Biden, Steyer está llevando a cabo una campaña “de alta tecnología y alto contacto”, indicó Antjuan Seawright, un estratega político de Carolina del Sur no afiliado en la contienda. “Cuenta con algunos soldados en el campo que saben cómo hacer una guerra en Carolina del Sur”.
El noventa por ciento de los casi 100 organizadores de la campaña son de Carolina del Sur. Están en todos los 46 condados del estado, y más de la mitad están organizando vecindarios dentro de un rango de 10 millas de donde nacieron. “En lugar de traer gente de otros estados que necesitan aprender a conocer el terreno, nuestro equipo está literalmente organizando a sus amigos, su familia y sus vecinos”, expuso Brandon Upson, director nacional de organización de Steyer.
El alcalde de Columbia, Steve Benjamin, copresidente nacional de la campaña de su rival Michael R. Bloomberg, dijo que ha recibido más correos de Steyer que todos los demás candidatos juntos. (Bloomberg tomó la decisión estratégica de no competir en Carolina del Sur, centrando su campaña en los estados más grandes que votan más tarde.)
En los eventos celebrados tanto en Carolina del Norte como en Carolina del Sur durante el fin de semana, Steyer le aseveró a diversas multitudes que los medios de comunicación se han equivocado con él. “Sé que cuando me describen en la prensa, a menudo me describen como una persona rica o un multimillonario”, mencionó Steyer a los líderes afroamericanos en Charlotte. “Creo que soy una persona diferente de ese estereotipo bidimensional”.
Habló del trabajo de su madre como tutora en un centro de detención de Brooklyn. Destacó el banco comunitario de Oakland que dirigió con su esposa Kat Taylor, quien desconcertó a algunos asistentes a los eventos de Steyer al irrumpir abruptamente con la canción “Summer, Highland Falls” de Billy Joel, cuando lo presentó. En cada parada, habló de la urgencia de las reparaciones para los descendientes de los esclavos. Steyer no es el único candidato que hace hincapié en cuestiones de raza, pero lo hace con más insistencia en Carolina del Sur.
La ira que Steyer parece infundir entre los partidarios del Presidente Trump en el interior de Carolina del Sur intrigó tanto a la demócrata Paula Wise, una empleada afroamericana de una compañía de seguros, que fue a conocerlo durante el fin de semana. “Algo me dice que es alguien a quien realmente necesito ver”, bromeó.
Ninguno de los muchos votantes demócratas entrevistados en el estado estaba preocupado por el uso que Steyer hizo de su profunda cuenta bancaria para ganar tracción.
“Es como un cuchillo”, comparó Shalon Jordan, de 40 años, un preparador de impuestos en Hartsville. “Puedes usar el cuchillo para herir a alguien. O puedes hacer un gran banquete. Si va a hacer un gran banquete con sus miles de millones, entonces eso es algo bueno”.
Los partidarios hablan abiertamente sobre la naturaleza transaccional de la política. Cuando Johnnie Cordero, el jefe del Caucus Afroamericano Demócrata de Carolina del Sur, anunció su apoyo en Florencia, elogió el enrolamiento que Steyer hizo del Caucus Afroamericano Demócrata de Carolina del Sur.
“Parte de lo que te hace un candidato serio para los afroamericanos en Carolina del Sur es el hecho de que haces lo que dices”, indicó Cordero. “¿Por qué está bien que un donante multimillonario apoye al Partido Demócrata, pero ese mismo donante multimillonario no puede hacer lo que ofrece y apoyar financieramente su propia campaña?”.
Steyer planteó el tema de su fortuna surgida de su fondo de cobertura solo para demostrar su argumento de que él, como un titán financiero, es el mejor para llamar a Trump un fraude. Y se diferenció del otro multimillonario en la contienda, Bloomberg.
“Tenemos antecedentes y experiencias totalmente diferentes”, dijo Steyer mientras su autobús de campaña recorría la zona rural de Carolina del Sur. “Si alguien tan rico como Bloomberg quiere representar a los demócratas, especialmente necesita aceptar un impuesto a los ricos”. Bloomberg, cuya fortuna hace empequeñecer a la de Steyer, dice que la gente rica debería pagar impuestos más altos, pero ha ridiculizado las propuestas de un impuesto a la riqueza como socialismo al estilo venezolano.
Tanto Steyer como Bloomberg enfatizan la “emergencia climática” más que otros candidatos. Después de una serie de desastres naturales en el sur, el tema parece estar ganando terreno para Steyer. “Hace cuatro años eso pudo no haber resonado aquí”, expresó Benjamin, el alcalde de Columbia. “Ahora resuena mucho. Hemos visto varios años de lo que se suponía que eran eventos de ‘una vez en la vida'”.
Steyer apuesta a que su dinero le permitirá durar más que Biden, quien goza del mayor apoyo entre los votantes afroamericanos que cualquier otro candidato demócrata, y a que un resultado débil del ex vicepresidente en Iowa o Nueva Hampshire, los primeros estados en votar, debilitará la base de apoyo de Biden en el sur.
Es una apuesta riesgosa, pero Steyer se siente alentado por votantes como Wes Simmons, un consultor de negocios de 64 años que estuvo entre las aproximadamente 200 personas de Charlotte que vinieron a escucharlo el viernes por la noche.
“Biden está mostrando su edad”, destacó Simmons. “No es tan ágil ni tan rápido. Y Trump es malvado al hacer campaña. Hay gente que se pregunta, ¿cuál es la alternativa? ¿Qué más hay ahí fuera?”
Visit the Los Angeles Times at www.latimes.com