MIAMI — Un martes reciente, una promotora del voto se acercaba a los compradores que entraban y salían de un Sedano’s en el suroeste de Miami-Dade con una pregunta en español: “¿Es ciudadano americano?”
Si los compradores decían que no lo eran, la promotora, una inmigrante venezolana llamada Lisbeth Hernández, daba una respuesta alentadora: “Pronto lo será, entonces”. Si los compradores eran ciudadanos, Hernández se apresuraba a hacerles otra pregunta.
“¿Y estás registrado para votar?”, preguntaba, sosteniendo un portapapeles lleno de solicitudes de registro de votantes en blanco. “¿Tu credencial para votar está vigente, mi amor?”
Como soldado de infantería de UnidosUS, el grupo activista hispano más grande del país, Hernández pasará los próximos nueve meses haciendo campaña en el Condado de Miami-Dade. El esfuerzo es parte de la campaña nacional de UnidosUS para registrar a 120 mil nuevos votantes latinos en todo el país a tiempo para las elecciones de 2020.
Como señala el Pew Research Center, la de 2020 será una elección que hará historia, ya que los hispanos conformarán por primera vez el grupo minoritario más grande en el electorado. El hito está impulsado en parte por el rápido crecimiento del número de votantes hispanos registrados en Florida, que alcanzó un récord de 2.1 millones de personas en 2018.
“Vemos que se gastan cantidades obscenas de dinero en cada ciclo político, pero muy poco de eso se destina al registro de votantes”, dijo Clarissa Martínez de Castro, vicepresidenta adjunta de investigación, defensa y legislación de UnidosUS. “Creemos que es muy importante porque las inversiones en el registro de votantes son una inversión para ampliar el tamaño del electorado latino. Y estamos muy enfocados en eso”.
Alrededor de la 1 p.m. de ese día, Hernández solo había registrado a un puñado de personas en Sedano’s, pero confiaba en que cumpliría su meta diaria de 16 solicitudes completas para cuando terminara el día.
“Cada día registro nuevos votantes, gracias a Dios”, destacó. “Pero el problema es este duro clima político. La gente está cansada, hay desconfianza. … Mi trabajo es educar y motivar a la gente que no está registrada para que se registre”.
Veinte promotores del voto de habla hispana se dividen en cuatro equipos de cinco que se distribuyen en todo Miami-Dade todos los días de martes a sábado. Cada promotor trabaja 35 horas a la semana y gana 15 dólares por hora.
Como explicó Indira Navas, especialista en participación cívica de UnidosUS en el sur de Florida, aunque todos los promotores son inmigrantes, sus antecedentes varían. La mayoría son de Venezuela, pero hay otros de Cuba, Colombia, República Dominicana y el territorio estadounidense de Puerto Rico. Algunas eran amas de casa antes de ser promotoras. Otros eran médicos cirujanos, en sus países de origen.
Al igual que las personas a quienes están registrando, algunos promotores votarán por primera vez en noviembre. Navas apuntó que eso es una ventaja.
Hay muchas personas en nuestro equipo que son nuevos ciudadanos estadounidenses, así que votarán por primera vez. Están muy, muy entusiasmados con esto, y son los que terminan haciendo el mejor trabajo”, señaló.
Los promotores pasan el día en enclaves hispanos en toda la ciudad, generalmente alrededor de los supermercados y centros comerciales o llamando a las puertas de edificios de apartamentos no cercados. En ocasiones, se instalan en eventos comunitarios, incluyendo, más recientemente, el Desfile del Día de los Reyes Magos en la Pequeña Habana y una reunión en la Cámara de Comercio de Puerto Rico.
De todas las ciudades de Miami-Dade, la muy cubana y de tendencia republicana Hialeah es la que ofrece el terreno más fértil para los encuestadores, según Navas.
“A veces todos van a Hialeah”, dijo. “La gente que más vota está allí porque, generación tras generación, la cultura cubana es que hay que votar. … Los cubanos son los que más se registran”.
Hernández también nota una ruptura generacional en las personas que tienen más probabilidades de querer inscribirse.
“Vemos que los ciudadanos de la tercera edad se recuperan un poco más”, notó. “Con la gente más joven, es una lucha”.
Cuando salen a las calles, los promotores tienen que estar listos para dar lecciones de educación cívica abreviadas en respuesta a las preguntas de los relativamente recién llegados que todavía se están familiarizando con un proceso electoral que les parece complicado.
“Ninguna de las comunidades latinas está tan informada como debería estarlo”, indicó Hernández. “La gente ni siquiera sabe que hay una elección este año”.
Navas se hizo eco de esa evaluación.
“Hay gente que dice: ‘No quiero votar por el presidente’, por ejemplo. ‘¿Cuál es el partido que no es el del presidente?’ … Hay gente que ni siquiera sabe que tiene que registrarse después de obtener la ciudadanía”, continuó. “Y luego hay gente que no cree que su voto cuenta, que no entiende el Colegio Electoral. No entienden cómo puede suceder que alguien pueda ser presidente habiendo perdido el voto popular.
“Hay muchas preguntas que tenemos que responder, y tenemos que tratar de explicar todo en unos pocos segundos”, añadió Navas. “Es un trabajo difícil”.
La percepción de que la retórica dura sobre la inmigración está haciendo que los miembros de las comunidades inmigrantes mantengan un perfil bajo hace aún más difícil el trabajo.
“La gente se esconde. Se pone nerviosa”, enfatizó Navas. “El hecho de que la inmigración se haya convertido en un tema mucho más delicado ha hecho que el registro de votantes sea más difícil que antes”.
Aunque solo los ciudadanos estadounidenses pueden registrarse para votar, es importante llegar a los no ciudadanos, explicó Navas, porque es una manera de educar a la comunidad inmigrante en general sobre el proceso electoral, y porque los no ciudadanos pueden ayudar a registrar a familiares o amigos que sí cuentan con la ciudadanía.
La meta de Florida para UnidosUS es registrar 65 mil votantes hispanos en todo el estado para octubre.
Dado que cada año decenas de miles de inmigrantes se convierten en ciudadanos solo en el área de Miami, los promotores tienen una gran reserva de potenciales nuevos votantes a los cuales perseguir.
“Siempre habrá un gran número de nuevos ciudadanos para registrarse en Florida”, concluyó Navas.
Visit Miami Herald at www.miamiherald.com