Bloomberg habla sobre la atención médica: Traducir su historial de alcalde a la escena nacional

Tribune Content Agency

El ex alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg ha gastado más de 200 millones de dólares argumentando que debería ser el candidato demócrata a la presidencia, invadiendo las ondas aéreas con anuncios.

Uno de esos anuncios enfatiza el cuidado de la salud, inclinándose hacia la descripción de Bloomberg como un demócrata moderado con experiencia en obtener resultados. Ofrece una lista impresionante de estadísticas y logros.

“El alcalde Bloomberg ayudó a reducir la población no asegurada en un 40 por ciento, cubriendo a 700 mil neoyorquinos más”, afirma una enfermera de Nueva York que aparece en el comercial. “La esperanza de vida aumentó. Él ayudó a ampliar la cobertura de salud a 200 mil niños más y mejoró la atención pediátrica. Las tasas de mortalidad infantil cayeron a niveles mínimos históricos. Y, como alcalde, Mike Bloomberg siempre defendió la salud reproductiva de las mujeres”.

Pero teníamos preguntas. ¿Las cifras son exactas? Y, si es así, ¿cuánto crédito merece Bloomberg? Lo más importante, ¿qué puede decirnos su historial sobre cómo podría abordar la atención médica desde la Oficina Oval?

EL HISTORIAL DE NUEVA YORK

La campaña de Bloomberg nos dirigió a las estimaciones independientes de la Oficina del Censo de Estados Unidos, las cuales dieron seguimiento a las tasas de no asegurados de la Ciudad de Nueva York durante el periodo en que Bloomberg fue alcalde, que abarcó 11 años desde 2002 hasta 2013.

Las cifras son correctas. La población sin seguro de la ciudad se redujo de 1.8 millones en 2001 a 1.05 millones en 2013. La esperanza de vida aumentó y el número de niños sin cobertura cayó de unos 270 mil a 67 mil 900.

Los datos del Departamento de Salud de la ciudad sugieren que el índice de mortalidad infantil también se redujo sustancialmente, de 6.1 muertes por cada mil niños nacidos vivos en 2001 a 4.6 muertes en 2013. Esa disminución fue superior a las tendencias nacionales. Durante el mismo periodo, la tasa nacional de mortalidad infantil se redujo de 6.85 por cada mil niños nacidos vivos a 5.86.

La campaña de Bloomberg apuntaba a los esfuerzos locales promovidos por el entonces alcalde; por ejemplo, ofrecer ayuda en línea para que las personas sin seguro encontraran cobertura, facilitando la distribución de panfletos que promocionaban diferentes opciones de cobertura, visitas a domicilio para los recién nacidos y las madres por parte de las enfermeras empleadas por el departamento de salud, y un programa financiado por la ciudad en el que las organizaciones comunitarias utilizaban la gestión de casos y la educación entre pares para combatir la mortalidad infantil.

Sin embargo, otros cuestionaron la importancia de estas iniciativas para impulsar las ganancias en el seguro de salud de la ciudad; y, más ampliamente, cuán grande fue el papel que desempeñó Bloomberg.

“Todo (los 700 mil y los 200 mil) está directamente relacionado con los cambios en la política estatal”, dijo Elisabeth Benjamin, vicepresidenta de iniciativas de salud de la Sociedad de Servicio Comunitario, un grupo activista contra la pobreza en la Ciudad de Nueva York, sobre las mejoras en las tasas de no asegurados de la ciudad.

Específicamente, Benjamin señaló los esfuerzos del entonces gobernador Eliot Spitzer para ampliar la elegibilidad para el Programa de Seguro Médico Infantil. Eso, dijo, impulsó la mayoría de las ganancias en la cobertura infantil.

El estado también amplió la elegibilidad para Medicaid, lo que ayudó a que más adultos obtuvieran cobertura durante la administración de Bloomberg, señaló Sherry Glied, economista en salud y decana de la Universidad de Nueva York.

Le dio a Bloomberg más crédito que a Benjamin, citando los esfuerzos de la ciudad para promover el programa e inscribir a la gente: “La ciudad no pudo haberlo hecho sin el estado, pero la ciudad jugó un papel”, destacó Glied.

En cuanto a la expectativa de vida, es difícil. Bloomberg atrajo la atención nacional por los esfuerzos para restringir el tabaco y los refrescos, por ejemplo. Pero, aunque se esperaba que la gente viviera más tiempo bajo el mandato de Bloomberg, no está claro que el cambio tuviera algo que ver con su trabajo en cuanto al seguro o la salud pública.

Por un lado, Glied señaló que hubo un influjo particularmente grande de personas que se mudaron a la Ciudad de Nueva York durante ese tiempo. Para empezar, era probable que muchos de ellos fueran más saludables. Además, en general, es metodológicamente difícil determinar por qué los resultados de la gente mejoraron.

“Es difícil analizar esto”, reveló. “Este es el momento feliz en el que todo va en la dirección correcta, pero no es un experimento al azar. No hubo una Ciudad de Nueva York de control”.

Así que los números que señala Bloomberg son correctos. Pero es difícil decir cuánta responsabilidad tuvo él en esas mejoras, y cuánta se debió a factores externos.

BLOOMBERG, EL CANDIDATO

¿Qué significa todo esto cuando se habla de la campaña 2020 de Bloomberg?

Su agenda de salud lo coloca firmemente entre el ala moderada de los demócratas. Habla de construir sobre la Ley de Cuidado de Salud Asequible (en gran medida mediante la expansión de los subsidios para las personas que compran seguros privados, y la limitación de lo que pagarán de su bolsillo), así como de la creación de una opción pública administrada por el gobierno para la cobertura que la gente puede comprar. También ha dicho que trabajaría para eliminar la facturación médica sorpresiva y dar poder al Medicare, que asegura a los estadounidenses mayores, para que baje los precios de los medicamentos.

Ese plan no es muy diferente de los presentados por el ex vicepresidente Joe Biden o el ex alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg. Pero Bloomberg está sugiriendo que su historial en Nueva York demuestra que está mejor preparado para cumplir.

“Está señalando su historial como alcalde, donde sí hizo de la atención de la salud una prioridad, como evidencia de que es un tema importante para él”, argumentó Sara Collins, vicepresidenta del Commonwealth Fund en Nueva York.

¿Se traduciría ese historial a la Casa Blanca? Es difícil hacer una comparación porque las circunstancias serían drásticamente diferentes.

Como alcalde, Bloomberg trabajó en un contexto en el que los legisladores estatales también querían ampliar la cobertura y extender los recursos para promover ese esfuerzo. Eso no es una apuesta segura en Washington, donde la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por su sigla en inglés) ha seguido siendo un saco de boxeo político para los republicanos, un partido que, según sugieren los analistas políticos, tiene una buena oportunidad de conservar el control del Senado en 2020. En ese ambiente, construir sobre la ACA sería mucho más difícil que ampliar la cobertura en Nueva York.

Sin embargo, hay otras áreas a considerar. En Nueva York, Bloomberg atrajo la atención nacional por los esfuerzos para reducir el tabaquismo, abordar la diabetes e impulsar el acceso a la salud reproductiva. Esas son áreas en las que la influencia de un presidente puede ser importante.

“Su historial sugiere que ve la salud pública (el tabaco, la sal, las calorías, todas esas cosas) como un componente bastante significativo de lo que sucede con la salud de la gente, y también como un lugar apropiado para que el gobierno tome medidas”, señaló Collins. “No es difícil imaginar dónde se situaría en cuanto a Juul”.

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