¿Qué sigue después de haber trabajado desde casa?
Esa es la pregunta que los principales empleadores de oficinistas y compañías de bienes raíces de todo el país están tratando de responder.
Cushman and Wakefield ha llegado a imprimir una detallada “Guía de Preparación para la Recuperación” para sus clientes empresariales.
Ran Holman, director administrativo de Cushman and Wakefield que dirige la oficina de Dallas, indicó que las empresas están luchando para averiguar cómo reabrir sus lugares de trabajo de forma segura.
“Nuestros clientes son afortunados por la perspectiva que tenemos en Asia y China”, subrayó Holman. “Gestionamos 800 millones de pies cuadrados en China.
“Hemos ayudado a 10 mil empresas regresar al trabajo”, dijo. “Se han aprendido muchas lecciones”.
La lista de control de la empresa inmobiliaria para las empresas incluye:
-Preparar el edificio con planes de limpieza, inspecciones y verificaciones mecánicas.
-Controlar el acceso con protocolos para la seguridad y las revisiones de salud, las áreas de recepción del edificio, las entregas y las políticas de visitas.
-Crear un plan de distanciamiento social con una densidad menor y rediseñar los patrones de tráfico de las oficinas.
-Reducir los puntos de contacto y aumentar la limpieza abriendo puertas, limpiando las áreas comunes y usando políticas de escritorios limpios.
“Estamos preparando el edificio y preparando a la fuerza laboral”, dijo Holman. “Contamos con límites visual alrededor de los puestos de trabajo que dan a la gente indicaciones de cuánto acercarse.
“Instalaremos barreras de plexiglás entre los puestos de trabajo”, señaló. “Tenemos sistemas de desplazamiento en las oficinas con instrucciones de un solo sentido”.
Estos cambios son grandes con respecto a los recientes diseños del espacio de oficina que enfatizaban los recintos más cercanos y las áreas de trabajo más compartidas.
El COVID-19 definitivamente traerá de vuelta las oficinas espaciosas.
“Nos encontramos en una rápida evolución en este momento en respuesta a esto”, señaló Holman.
Los propietarios de edificios de oficinas están comprensiblemente preocupados de que algunas empresas puedan decidir que un número sustancial de sus empleados puedan continuar trabajando desde sus casas cuando la pandemia haya terminado.
“Eso podría reducir la demanda de espacio”, enfatizó Holman. “Al mismo tiempo, hay un argumento bastante bueno de que hemos llegado a una cima de densidad y debido a la necesidad de distanciamiento entre los empleados, la densidad de las oficinas tendrá que reducirse.
“Eso será un contrapeso a favor del trabajo desde el hogar”, aseguró.
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