Trauma infantil y males cardiacos están ligados

Tribune Content Agency

El trauma en al niñez puede afectar a la salud mental de una persona y, como sugiere un nuevo estudio, a la salud cardiaca de un adulto.

Los niños que experimentan traumas, abuso, negligencia y disfunción familiar corren un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiacas a los 50 y 60 años, según un nuevo estudio de Northwestern Medicine.

El estudio fue publicado en la edición más reciente del Journal of the American Heart Association.

Los resultados del estudio mostraron que las personas expuestas a los niveles más altos de adversidad en el entorno familiar en la infancia tenían más de un 50 por ciento de probabilidades de sufrir un evento de enfermedad cardiovascular como un ataque cardiaco o una apoplejía durante un seguimiento de 30 años, escribió Kristin Samuelson para Northwestern.

Según Northwestern, los niños que experimentan traumas se enfrentan a tasas más altas de estrés de por vida, tabaquismo, ansiedad, depresión y sedentarismo que persisten en la edad adulta. Esto puede llevar a un aumento del índice de masa corporal, diabetes, aumento de la presión arterial, disfunción vascular e inflamación.

“Esta población de adultos es mucho más propensa a participar en conductas de riesgo; por ejemplo, usar la comida como mecanismo de afrontamiento, lo que puede conducir a problemas de peso y obesidad”, señaló el primer autor Jacob Pierce, estudiante de medicina de cuarto año en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. “También tienen mayores índices de tabaquismo, lo que tiene una relación directa con las enfermedades cardiovasculares”.

Aunque Pierce sugirió que el asesoramiento podría ayudar a los adultos a lidiar con el tabaquismo o el comer en exceso, agregó que se necesita más investigación.

El estudio utilizó el Análisis del Desarrollo del Riesgo para las Arterias Coronarias en Adultos Jóvenes, que ha seguido a los participantes desde su reclutamiento en 1985 y 1986 hasta 2018 para determinar cómo el ambiente de la infancia se relaciona con la incidencia de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad en la edad mediana.

“Las experiencias de la infancia temprana tienen un efecto duradero en el bienestar mental y físico de los adultos, y un gran número de niños estadounidenses siguen sufriendo abusos y disfunciones que dejarán un saldo de problemas de salud y funcionamiento social a lo largo de sus vidas”, destacó el autor principal Joseph Feinglass, profesor de investigación de medicina y de medicina preventiva de Feinberg. “El apoyo social y económico para los niños pequeños en Estados Unidos, que es bajo para los estándares de otros países desarrollados, ofrece el mayor ‘retorno de inversión’ de cualquier programa social”.

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