CHICAGO — Procedentes de los suburbios del oeste de Chicago, Naúl Valdez, de 30 años de edad, y su prometida, Lily Flores, también de 30 años, comenzaron el año pasado su búsqueda de una casa unifamiliar con patio trasero y garaje. Pero, siendo realistas, dijo Valdez, el precio y el inventario en la ciudad no les beneficiaban, aunque empezaron con una visión y un plan.
La pareja ahorró durante todo un año para estar listos para comprar cuando llegara el momento, “controlaron sus puntuaciones de crédito” e investigaron el proceso de compra de una vivienda para saber en qué se estaban metiendo, comentó Valdez.
“Planeamos dos o tres años de rentar en la ciudad, y terminamos haciéndolo por tres,” dijo Valdez. “Y tan pronto como nuestro contrato de renta terminó, nos lanzamos a la lucha para encontrar un lugar”.
En agosto de 2019, la pareja compró un condominio de tres dormitorios y dos baños en el Near West Side de Chicago, en una calle pequeña y tranquila salpicada de casas unifamiliares.
Valdez y Flores están entre el creciente grupo de compradores de casas pertenecientes a la generación <i style=”mso-bidi-font-style: normal”>millennial. En línea con las tendencias nacionales, poco más de la mitad de los compradores de casas en el área de Chicago tienen entre 24 y 39 años, según un análisis de Realtor.com publicado la semana pasada.
Mientras tanto, una encuesta realizada en enero encontró que mientras el 70 por ciento de los millennials sienten que comprar una casa es un elemento esencial del Sueño Americano, el logro puede ser un reto para muchos.
El informe de Clever Real Estate
A los encuestados se les hicieron 21 preguntas. El número exacto de personas en cada generación no se anotó en el informe. Los millennials fueron definidos como personas de 19 a 35 años.
Por segundo año consecutivo, el ahorro para el pago de un enganche resultó ser el mayor reto para un millennial al momento de comprar una casa; la mitad de ellos expusieron que este era su mayor obstáculo, según la encuesta.
Tiene sentido, entonces, por qué el 70 por ciento de los millennials que están comprando casa este año no están planeando dar el 20 por ciento sugerido, y por qué los millennials son tres veces más propensos que las generaciones anteriores a pedir ayuda a miembros de la familia para el pago inicial, señaló el estudio. Para los millennials que consiguen el dinero por adelantado, pueden esperar hasta 10 mil dólares, según el estudio.
Anna DeSimone, experta en préstamos hipotecarios y autora de “Housing Finance 2020: New Mortgage Programs for the New Generation of Homebuyers”, dice que un enganche puede ser el mayor obstáculo para los millennials simplemente porque “es difícil ahorrar dinero”.
“Cuando tienes gente que ha estado pagando altas rentas, préstamos estudiantiles, guarderías, pagos de coches y más, estos (gastos) no desaparecen”, expuso. “Todavía van a tener cuentas médicas, seguros de auto, etc., y estos gastos no aparecen en un reporte de crédito. Realmente puede marcar la diferencia en la compra de una casa. Con todas estas cuentas, la pasan mal”.
Madeline Bouche, de 28 años, y su marido se mudaron a una casa de dos pisos con dos dormitorios y dos baños y medio en el South Loop de Chicago hace dos años. Después de que la pareja pagó los préstamos estudiantiles, comenzaron a ahorrar para el enganche, indicó Bouche.
“Los préstamos estudiantiles nos impidieron comprar una casa incluso antes de lo que podíamos”, dijo. “Pusimos todos nuestros esfuerzos en pagar los préstamos estudiantiles completamente, y eso fue lo que nos permitió comprar una casa. Tomamos todo el dinero que habíamos destinado a los préstamos estudiantiles y empezamos a ahorrar para el pago inicial”.
Bouche y su esposo finalmente pagaron de enganche el 10 por ciento en su casa de la ciudad, afirmó.
Todo el proceso, desde el pago de los préstamos hasta la firma de la casa, les llevó a Bouche y a su marido unos tres años en total, “y fue un ahorro bastante agresivo”, confesó Bouche.
Más del 25 por ciento de los <i style=”mso-bidi-font-style: normal”>millennials que planean comprar una casa en 2020, tienen menos de mil dólares en ahorros, según el estudio Clever Real Estate. El precio promedio de una casa en Estados Unidos es de unos 310 mil dólares, pero la mayoría de los millennials busca pagar unos 210 mil dólares, según el estudio.
Mabel Guzmán, una agente inmobiliaria de Chicago que lleva 22 años en la industria, dijo que tiene que romperse el mito de la necesidad de cubrir el 20 por ciento, especialmente para los jóvenes que compran una casa por primera vez.
“Para muchos millennials, tiene que haber una desmitificación del proceso de compra de una vivienda”, agregó. “Infórmense y tómense el tiempo de conocer el proceso”.
DeSimone se hizo eco de ese sentimiento. “La gente no puede ni siquiera pensar en comprar una casa sin tener los 10 mil dólares que creen que necesitan. Averigüen más sobre los programas de pago cero. Si alguien dice que no, vayan y pregúntenle a alguien más”, animó.
Parece que el mensaje está empezando a calar: los millennials dieron un promedio de 8.5 por ciento de enganche al comprar casas en diciembre, mientras que la sucesiva Generación Z dio un promedio de cinco por ciento de enganche, según el estudio de Realtor.com.
Valdez y Flores dieron un 15 por ciento de adelanto, sin usar dinero de sus familiares, dijo Valdez.
“Cada cinco mil dólares marcan una gran diferencia en los pagos”, reconoció Valdez, pero él y Flores querían “fondos disponibles para tener dinero para amueblar el lugar”.
Además de los pagos iniciales, Guzmán señaló otro obstáculo con la que se pueden topar los compradores millennials: el inventario.
“Tenemos muy poco inventario, así que estás compitiendo con mucha gente”, señaló. “Puede que acabes perdiendo un puñado de opciones de propiedades porque hay mucha competencia. No tener mucho inventario para satisfacer las necesidades es frustrante para algunos, porque toma más tiempo conseguir lo que quieres”.
Es más probable que los millennials compren en las localidades y vecindarios que rodean a una gran ciudad, que suelen ser más baratos que las casas más cercanas a una metrópoli, según el estudio de Clever.
“Si los millennials están dando el siguiente paso en sus vidas, se quedan en algún lugar más cercano, pero asequible”, dijo Guzmán. “Quieren que ya esté acondicionado, poder mudar sus cosas y empezar a disfrutar del lugar”.
Del mismo modo, el espacio y el crecimiento de la familia son motivadores para que los millennials compren una casa, según los resultados del estudio. Uno de cada tres millennials dijo que quería comprar una casa porque quería una familia; el 24 por ciento mencionó que quería lograr un objetivo financiero significativo, según el informe.
Para Bouche y su marido, comenzó con una mascota, pero también tenía sentido financiero a largo plazo.
“Queríamos un perro, y en nuestra antigua casa no nos permitía tener uno. Esa es definitivamente una parte de la razón”, agregó Bouche, quien se rió mientras reconocía que es “una respuesta millennial”. “Tampoco queríamos mudarnos un montón de veces, y queríamos quedarnos en la ciudad e hicimos cuentas. Financieramente, tenía sentido construir un patrimonio mediante una casa en lugar de tirar el dinero en rentas”.
Según la encuesta de Clever, al 45 por ciento de los millennials la compra de su primera casa les causaba estrés o ansiedad, pero Valdez sintió “que era bastante sencillo”. Sabe que la etapa de su vida tiene mucho que ver con ese sentimiento.
“Afortunadamente somos una especie de excepción en esta encuesta”, aseveró. “Si hubiera estado en mi primer empleo y ganando lo que estaba ganando (y lo mismo con Lily) no hubiéramos podido permitirnos esto, así que lo entiendo al 100 por ciento. No todo el mundo tiene padres que los respalden y un empleo lo suficientemente bueno. Creo que es mucho más difícil hoy en día que lo que fue para los boomers”.
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