Hombres sanos: Disparidades de salud: ¿por qué las mujeres viven más que los hombres?

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En promedio, la vida de los hombres es menos saludable, y más corta, que la de las mujeres. Esta disparidad en la salud existe en parte porque las mujeres se cuidan mejor que los hombres. Pero varios estudios recientes han encontrado que, en muchos casos, un hombre y una mujer con el mismo padecimiento podrían responder de manera bastante diferente. La lógica dictaría que requerirían tratamientos diferentes, pero tendemos a tener un enfoque unisex en la medicina (excepto, por supuesto, para afecciones específicas de cada género, como el cáncer de cuello uterino y el de próstata). Desafortunadamente, ese enfoque puede ser mortal. Aquí hay solo algunos ejemplos.

Colesterol. Los hombres con niveles elevados de colesterol tienen más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco mortal que las mujeres con el mismo padecimiento, según Erik Madssen, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Durante una docena de años, el equipo de Madssen dio seguimiento a más de 44 mil hombres y mujeres de 60 años o menos, todos con colesterol alto. En el transcurso del estudio, un tercio de las mujeres en relación con los hombres sufrieron ataques cardíacos fatales (157 mujeres frente a 553 hombres). Pero cuando se considera que participaron en el estudio menos hombres que mujeres (23 mil 525 mujeres y 20 mil 725 hombres), la tasa de mortalidad entre los hombres en realidad fue cuatro veces mayor que en el caso de las mujeres.

Madssen resumió la disparidad de esta manera: “Nuestros resultados sugieren que en la edad mediana, los niveles de colesterol altos son mucho más perjudiciales para los hombres que para las mujeres”. ¿No tendría sentido reforzar las estrategias de prevención y desarrollar tratamientos más agresivos para los hombres con altos niveles de colesterol? Lamentablemente, debido a que la comunidad médica trata de no distinguir entre géneros, los hombres y las mujeres son tratados igual, y reciben los mismos tratamientos.

Melanoma. Pese al hecho de que tanto las mujeres como los hombres tienen piel y pueden desarrollar melanoma maligno, uno de los cánceres más mortales, más del doble de hombres que mujeres mueren de la enfermedad. Y, aun cuando los caucásicos, tanto hombres como mujeres, tienen tasas de melanoma más altas que otras razas, las disparidades de salud entre hombres y mujeres son bastante consistentes entre todas las razas. Parte de la brecha de género puede explicarse por el hecho de que los hombres tienden a tener melanomas en la espalda, donde tienen que ser vistos por otra persona. Y también existe la bien documentada renuencia de los hombres a usar protector solar y a ver a profesionales médicos que pudieran detectar y tratar los cánceres de piel en sus primeras etapas. Pero incluso teniendo en cuenta esos factores, ocurre algo más. Keiran Smalley, investigadora del Centro de Cáncer e Instituto de Investigación Moffitt en Tampa, descubrió que la hormona sexual femenina estrógeno puede tener un efecto protector contra el melanoma y señala que los hombres obesos tienen mejores tasas de supervivencia y responden mejor a la terapia contra el melanoma que aquellos con un IMC normal. “Se sabe que el tejido adiposo produce estrógeno y que los hombres obesos tienen niveles más altos de estrógeno en la sangre”, afirma.

Depresión. La mitad de los hombres en relación con las mujeres son diagnosticados con depresión. ¿Pero los hombres están realmente menos deprimidos que las mujeres? Probablemente no. Entonces, ¿por qué la diferencia? Mucho tiene que ver con la forma en que la comunidad médica define la palabra “depresión”. Los profesionales de la salud mental que evalúan la depresión suelen preguntar sobre sentimientos de culpa o inutilidad, tristeza, problemas para dormir y pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras. Lo que esos síntomas tienen en común es que son los que las mujeres tienden a reportar. Sin embargo, los hombres tienden a expresar su depresión enojándose, corriendo riesgos, volviéndose adictos al trabajo y abusando del alcohol y las drogas. Pero como a los hombres no se les pregunta por esos síntomas, no se les diagnostica. Cuando los médicos incluyen ambos conjuntos de criterios, los hombres son tan propensos como las mujeres a ser diagnosticados con depresión. Y, al usar solo el criterio “masculino”, los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de ser diagnosticados como deprimidos. Solo un ejemplo más de lo peligroso que puede ser tratar a hombres y mujeres de la misma manera.

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