Un año después de que su ex le prendiera fuego, víctima de violencia doméstica ‘comienza de nuevo’

Tribune Content Agency

DALLAS — Danyeil Townzen alzó un puño al aire en la parte trasera de un juzgado de Dallas, usando la pequeña sensación que le quedaba en su cicatrizada mano derecha para celebrar el día del juicio de su ex novio.

Por prenderle fuego a Danyeil el año pasado y abandonarla en un departamento del noreste de Dallas, un juez sentenció a Matthew Gerth a cadena perpetua, mientras que Danyeil renueva la suya.

No es la primera vez que la mujer de 41 años ha tenido que reiniciar su vida. Perdió a su madre y su matrimonio en años pasados, y en el ataque de mayo de 2018 perdió su casa, su camioneta, su trabajo y sus tatuajes, que desaparecieron con las quemaduras.

Pero Danyeil nunca perdió su resolución.

“Estoy comenzando de nuevo”, dijo afuera de la sala del tribunal, momentos después de que Gerth fuera sentenciado en septiembre. “Es difícil hacerlo, pero tengo que empezar de cero. Lo perdí todo. Lo he hecho antes y puedo hacerlo de nuevo. Estoy viva, y eso es todo lo que importa”.

Danyeil conoció a Matthew Gerth hace dos años en un viaje en un autobús Greyhound a San Antonio.

El autobús se averió en Austin, y los dos comenzaron a hablar después de que Gerth le dijo que le gustaba su perro, Cowboy. Fumaron cigarrillos para pasar el tiempo mientras Danyeil esperaba a que una amiga la recogiera. Ella le prometió a Gerth que lo llevaría a San Antonio si él pagaba la gasolina, y él aceptó.

Los dos pasaron las siguientes semanas en el otoño de 2017 entrando y saliendo de hoteles de la zona.

“Simplemente se quedó”, comentó Danyeil. “Nos llevábamos bien, y yo pensaba que era muy guapo y me dejé seducir”.

Gerth le dijo desde el principio que él era una persona con problemas. Tenía una adicción a las drogas y una obsesión con los cuchillos que otros consideraban extraña, pero ella lo ignoró.

Danyeil estaba sin hogar, en libertad condicional y también eera adicta a las drogas. Estaba sola, y no por primera vez.

La soledad definió gran parte de la infancia de Danyeil.

Cuando era una niña que pasaba el tiempo sola en su casa en la zona rural de Missouri, aprendió a cuidar de sí misma mientras su madre trabajaba en un turno nocturno. Esa independencia se hizo esencial cuando Danyeil cumplió 13 años, y su madre murió de cáncer.

A los 16 años, Danyeil escapó de la casa de su padre en el este de Texas y luego consiguió un apartamento en Dallas. Terminó la preparatoria bajo su propia supervisión. Trabajó en tres empleos para sostenerse antes de inscribirse en Brookhaven College en Farmers Branch.

Una vez allí, conoció a un guitarrista llamado David Townzen. Él tenía el pelo largo, aretes y piercings en las cejas, y trabajaba para un salón de tatuajes en Addison. Le gustaba beber un poco, pero por lo demás era muy centrado, y ella se enamoró.

Los dos se casaron en 2004, David se unió a las fuerzas armadas y Danyeil tuvo estabilidad en su vida para variar. Sin embargo, como la mayoría de sus relaciones, esa estabilidad duró poco.

La violencia estuvo presente en la vida de Danyeil años antes de conocer a Gerth.

En noviembre de 2009, mientras su esposo estaba acantonado en Irak, Danyeil vivía en la base militar en Fort Hood cuando el mayor del Ejército Nidal Hasan mató a 13 personas e hirió a 30 más en un tiroteo masivo.

Danyeil colocó a su pequeña hija y a otros niños en una bañera y los cubrió con un colchón. Cargó una pistola de 9 mm y un AR-15, y sostuvo con fuerza el rifle mientras anticipaba la llegada del tirador.

“Y nos escondimos en el baño hasta que mi cuñada me llamó y me dijo que viera las noticias”, relató. “Le habían disparado y todo había terminado, y finalmente pude calmarme. Estábamos a salvo”.

El tiroteo tuvo efectos duraderos en Danyeil y David, y el matrimonio se vino abajo. En 2015, él solicitó el divorcio, y Danyeil estuvo sola nuevamente, hasta que conoció a Gerth.

La relación con Gerth se volvió violenta en la víspera de Año Nuevo en 2017. Gerth le dijo a Danyeil que “le faltó el respeto” un día mientras conducían por una carretera, una palabra que él usaría repetidamente para indicar violencia inminente.

“Era como accionar un interruptor”, dijo, “y él no era la misma persona”.

Los médicos atribuían sus cambios de humor en parte a una lesión cerebral que sufrió cuando era adolescente, cuando mató a un hombre después de chocar contra su automóvil en el Condado de Travis. Fue declarado culpable de homicidio involuntario y estuvo seis meses en la cárcel.

Danyeil no sabía nada de esa historia cuando conoció a Gerth. En el ataque de víspera de Año Nuevo, trató de sacarla de un auto en movimiento antes de detenerse y golpearla repetidamente en la cara. Ella soportaría dos palizas más en 2018, pero no abandonó la relación porque dijo que no tenía a dónde ir.

“Pensé que lo necesitaba”, expresó en la corte.

Para la primavera de 2018, la dinámica de la relación de Danyeil con Gerth había cambiado. Ella consiguió un nuevo empleo y un apartamento en Dallas, y Gerth dependía de ella.

Días antes de prenderle fuego, Gerth la acusó de engañarlo, relató Danyeil. Ella le había “faltado el respeto” nuevamente.

“Y así lo supe en ese momento, necesitaba irme”, expuso. “Así que me fui. Corrí”.

Esa noche durmió en su camioneta, pero regresó días después, esperando que Gerth se hubiera calmado.

Gerth estaba preparando el desayuno cuando ella regresó al apartamento la mañana del 21 de mayo de 2018. Él estaba de pie frente a la estufa y se volvió hacia Danyeil para decirle que estaba feliz de que volviera a casa. Su amabilidad resultó espeluznante, comentó ella. Le hizo señas para que se acercara con la falsa calidez que usa un dueño abusivo para acercarse a un perro nervioso.

“Y veo que iba a tomar su cuchillo”, dijo Danyeil.

Gerth agarró el cuchillo de la encimera de la cocina y se acercó a Danyeil. Ella agarró una botella de salsa picante de la mesa del comedor, agitándola hacia él en un intento de echarle salsa picante en los ojos. El líquido salpicó el techo y el piso de la cocina.

Gerth tropezó con la salsa picante, pero continuó avanzando hacia ella.

Ella notó un encendedor de gas butano sobre la mesa, lo agarró y encendió una llama frente a la cara de Gerth para hacerlo retroceder. Pero él siguió avanzando y golpeó a Danyeil en la cara. Él había trabajado en la construcción, mencionó ella, y tenía las manos pesadas.

Danyeil se cayó por la puerta principal y terminó en el jardín. Se arrastró hasta su camioneta cuando sus ojos se cerraron por la hinchazón, y Gerth prometió quemarla por agitarle la llama frente al rostro.

Unos segundos después, la roció con un líquido. Ella no creía que él realmente la quemaría, pero luego probó y olió la sustancia. Era queroseno.

Ella escuchó el clic del encendedor e inmediatamente se vio envuelta en llamas.

“Y pude escucharlo y olerlo antes de realmente sentirlo”, relató.

Los vecinos acudieron en ayuda de Danyeil, y por un momento Gerth fingió ayudar una vez que se dio cuenta de que los transeúntes habían visto el crimen.

Huyó una vez que llegaron los bomberos y condujo hacia el sur a San Antonio. Los testigos informaron que Danyeil tuvo la fuerza suficiente para hacer saber a los bomberos que el responsable era Gerth, y que deberían llamar a su ex esposo, David.

“Y luego me dejé ir, y se lo dejé a Dios”, mencionó en la corte en septiembre.

Danyeil se despertó de un coma cinco meses después en la unidad de quemados del Parkland Memorial Hospital.

Permaneció dormida durante su cumpleaños número 40, y se despertó en una habitación de hospital decorada con globos, flores y tarjetas dejadas por su ex esposo.

“Fue surrealista”, agregó. “Sabía lo que había pasado. Lo recordaba y supe de inmediato que por eso estaba allí”.

Las quemaduras cubrían más del 75 por ciento de su cuerpo, según una declaración jurada. Al principio, los medicamentos impidieron que sintiera dolor, pero ese alivio duró poco.

Las víctimas generalmente permanecen en la unidad de quemados durante algunas semanas, algunos meses en casos extremos. Danyeil estuvo hospitalizada por un año.

Gerth se declaró culpable en junio, pocas semanas después de que Danyeil dejara el hospital. Y en septiembre, finalmente recibió justicia.

La jueza Lela Mays tardó menos de 20 minutos en sentenciar a Gerth a cadena perpetua. Él mostraba un historial de actos atroces, señaló.

“Querías matar a esa joven”, le dijo Mays. “Creo que te has ganado todos los días de esta cadena perpetua”.

Después de más de un año en la unidad de quemados, Danyeil está comenzando de nuevo, otra vez.

Pasó los últimos meses en un refugio para mujeres administrado por Hope’s Door New Beginning Center, una agencia para víctimas de violencia doméstica con refugios en Garland y Plano.

Doreen McGarrett, directora ejecutiva interina de Hope’s Door, subrayó que el caso de Danyeil es uno de los más extremos que haya visto el refugio, pero que tiene esperanzas para su futuro.

“La veo avanzando totalmente, tal vez no ahora, pero en su futuro, siendo un apoyo para otras víctimas”, dijo McGarrett. “Creo que tiene en ella la fuerza para algún día brindar apoyo moral y contar su historia a otras víctimas y darles esperanza para ellas mismas”.

En cuanto al futuro inmediato, Danyeil recientemente consiguió un nuevo apartamento y espera trabajar en un taller de reparación de joyas. Incluso se reunirá pronto con su perro, Cowboy.

Su cabello está volviendo lentamente. Ella tiene cicatrices permanentes en su cuerpo, y perdió el uso de su mano izquierda. Las enfermeras dicen que tendrá una vida difícil por delante llena de rehabilitación y cirugías.

Pero sobrevivió, y para ella, eso es lo importante.

“Al verlo esposado y saber que nunca será una molestia para mí, puedo cerrar este capítulo en mi vida y seguir adelante. Y no hay que tener miedo”, concluyó. “Es una sensación asombrosa”.

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