‘Creo que es grave’. Reacción ante suspensión del programa de trasplantes de corazón del Jackson

Tribune Content Agency

Mar. 23—La abrupta suspensión por parte del Jackson Health System de su programa de trasplantes de corazón en adultos tomó por sorpresa al sur de la Florida, debido a su estelar reputación en el campo de los trasplantes.

Stuart Grossman, quien ha dirigido durante décadas un importante despacho de abogados especializado en lesiones personales y negligencias médicas del sur de la Florida, dijo que la admisión por parte del Jackson de que “detuvo voluntariamente” su programa de trasplantes de corazón sugiere que “algo va muy mal”.

“Creo que es grave. Creo que es algo muy malo”, dijo Grossman al Herald. “Por favor, no me digan que no hay humo ni fuego cuando se cierra voluntariamente un programa de trasplantes”.

El martes por la noche, Jackson Health confirmó al Herald en un correo electrónico que había “puesto voluntariamente en estado inactivo temporal su programa de trasplante de corazón en adultos” mientras se somete a “una revisión en profundidad de nuestra atención”.

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Jackson Health y UHealth, el sistema de salud de la Universidad de Miami, gestionan conjuntamente el Miami Transplant Institute (MTI), inaugurado en 1970 y considerado uno de los mejores centros de trasplantes del país. El Instituto se encuentra en el campus principal del Jackson en Miami y cuenta con médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami para prestar la atención.

El Jackson no especificó cuándo reabrirá el instituto; dijo que estaba trabajando para transferir pacientes a otros centros de trasplantes.

“Restableceremos el programa después de una evaluación exhaustiva y un plan claro para reclutar médicos clínicos adicionales de clase mundial de la misma manera que hemos creado programas de trasplante admirados a nivel mundial para otros órganos”, dijo el Jackson en el comunicado enviado por correo electrónico. “Nuestro programa de trasplante cardíaco pediátrico no se ve afectado por esta decisión, como tampoco nuestro programa para proporcionar dispositivos cardíacos mecánicos. La calidad de la atención y la experiencia personal de nuestros pacientes, familias, donantes y médicos son nuestros principios rectores para esta asociación entre el Jackson Health System y el UHealth-University of Miami Health System.”

Una portavoz dijo que el Jackson Health no haría comentarios más allá de una declaración publicada el martes al Herald. El UHealth declinó hacer comentarios.

El Jackson no reveló la razón de la suspensión, que ha dejado en la estacada a los pacientes de trasplantes programados para procedimientos. No es habitual que los hospitales suspendan o pongan en pausa sus programas de trasplantes, con más de 100,000 personas a la espera de órganos vitales en Estados Unidos.

La junta del Public Health Trust no discutió la suspensión

Walter T. Richardson, presidente del Public Health Trust, la junta que supervisa el Jackson Health System, dijo el miércoles en una entrevista con el Herald que tuvo conocimiento de la decisión del instituto de suspender el programa antes de que el Herald publicara una noticia sobre el cierre temporal el martes por la noche.

“Me enteré antes”, dijo Richardson, pero se negó a decir exactamente cuándo fue informado por los funcionarios del Jackson Health.

Richardson también dijo que los ocho miembros del Public Health Trust no se reunieron como junta para discutir la suspensión del programa de trasplante de corazón en adultos.

“La junta no se reunió para tratar este asunto”, declaró al Herald. “Nunca ha sido discutido por la junta”.

Los registros judiciales de Miami-Dade no revelaron ningún caso de mala praxis médica contra el Jackson o la UM por supuesta negligencia durante los procedimientos de trasplante, según los registros.

El Washington Post informó el miércoles que el gobierno federal quiere revisar el sistema de trasplantes de órganos de Estados Unidos, que ha sido gestionado por la organización sin ánimo de lucro United Network for Organ Sharing, o UNOS, durante casi cuatro décadas. Según el Post, la UNOS, que tiene un contrato anual de $6.5 millones con la Administración federal de Recursos y Servicios Sanitarios, ha desechado órganos, los ha dañado o no los ha recogido, y “los malos resultados enfrentan una escasa rendición de cuentas”.

Un equipo de la UNOS investigará el Instituto de Trasplantes de Miami.