¿Estás molesto por asuntos irritantes en el trabajo o en casa? ¿Te sientes enojado con otras personas que no cooperan?
Una forma de abordar los problemas es dejar de criticar a las personas involucradas. En lugar de ello, define el problema como algo que se puede arreglar.
“Mientras ataques a una persona, probablemente nunca se solucionará un problema”, sugiere una psicóloga a la que llamaremos Marianne. “Cuando atacas a una persona, la lucha se vuelve totalmente personal”.
Si tienes un problema con un hijastro, un empleador, una hermana o un vecino, tómate el tiempo necesario para analizar los problemas principales.
“Mi hijastra ha causado muchos problemas en nuestro matrimonio”, comenta una enfermera a la que llamaremos Vickie. “Ella tiene 40 años y está enojada. Ella tenía como misión arruinar nuestra felicidad”.
Cuando Vickie analizó los problemas reales, se dio cuenta de que su hijastra necesitaba desahogarse. “Le pedí a mi marido que entrara en terapia con ella”, nos contó Vickie. “Resultó que estaba enfadada con su padre y su primera esposa, quien ya ha fallecido”.
Resolver cualquier problema significa llegar a la verdad del asunto. Por ejemplo, si tu primo está arruinando su vida por el alcohol, evita criticarlo. En lugar de eso, actúa con la esperanza de que pueda revertir su problema.
“Me enfrenté a mi primo Leonard, que tiene 50 años, por sus adicciones”, dice un hombre al que llamaremos Martin. “Le dije que lo quiero mucho y le dije que quiero animarlo sin atacar su carácter”.
Martin se reunió con su primo en un restaurante local para hablar de los problemas. Leonard había causado mucho daño a su familia y a sus hijos. En lugar de atacarlo personalmente, Martin le pidió que entrara en un programa de recuperación y que luchara contra el problema.
“En seis meses Leonard estaba en un estado mucho mejor”, afirma Martin. “Le dije que podía derrotar sus adicciones y recuperar su vida. Ya está bien encaminado”.
El notable resultado de enfrentar un problema es que puedes pensar de forma más lógica. En el momento en que empieces a centrarte en la gente que lo causó, más loco te sentirás; y más loco te comportarás.
Estos consejos pueden ayudar:
– Empieza a pensar en la solución del problema. Por ejemplo, si tu hijo adulto está desempleado, pídele que busque un empleo de medio tiempo. Cualquier persona que goce de una salud razonablemente buena puede trabajar cuatro horas al día.
– Sé alentador. Un matrimonio en problemas o un ambiente de trabajo estresante no tienen por qué empeorar. Ayuda a todas las personas involucradas a enfocarse en lo positivo. A veces, un pequeño cambio puede revertir mucho estrés.
– Permite que las personas se arreglen por sí mismas. Aunque todos podemos ayudar a arreglar los problemas, no podemos “arreglar” a las personas. Ellos tienen que decidir cómo comportarse mejor o tomar mejores decisiones. Nunca utilices un lenguaje negativo o actúes como si alguien necesitara un ajuste.
“Mi yerno, Don, perdió su trabajo seis semanas antes de Navidad”, relató una mujer a la que llamaremos Betty. “Le dije que no entrara en pánico, que se mantuviera tranquilo. Este hombre es el padre de mis nietos, y siempre ha trabajado muy duro. Le dije que le ayudaría a escribir su currículo, lo cual hice, y que le encontraríamos un empleo”.
Betty cuenta que el teléfono de Don estaba sonando el día después de Navidad, a su yerno le habían ofrecido dos buenos trabajos.
“La única manera de revertir un problema es mantenerse optimista”, recomienda Betty. “De lo contrario, te cansas y renuncias. Cuando comenzamos a afrontar el problema, se convierte en un juego en lugar de una tarea. Las puertas empiezan a abrirse”.
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