No tires ese cigarrillo electrónico: los residuos del Vaping son un nuevo dolor de cabeza para las escuelas y las ciudades

Tribune Content Agency

BOULDER, Colorado — En su oficina en la Preparatoria Boulder, la subdirectora tiene una caja de cartón grande donde tira el botín de su batalla continua con la adicción más reciente de los estudiantes.

“Esto es lo que yo llamo la caja de la muerte,” explicó Kristen Lewis. “Esto es todo lo que hemos confiscado”.

La caja está llena de cigarrillos electrónicos como Juuls, la marca líder de e-cigarrillos, docenas de cápsulas desechables para el líquido de nicotina, e incluso una solitaria caja de cigarrillos Marlboro.

En la Preparatoria Boulder, los estudiantes tienen prohibido fumar o usar cigarrillos electrónicos en cualquier lugar de los terrenos de la escuela. Pero Lewis y otros empleados de la escuela siguen arrancando regularmente los cigarrillos electrónicos de las manos de los estudiantes o encuentran las cápsulas usadas esparcidas por todas partes.

En el estacionamiento de la escuela, Lewis vio algunos paquetes desechados y los recogió: “Este es un dispositivo de vapeo de Orion, parece”. Un poco más adelante, vio un montón de residuos de vapeadores: “Sí, más de Juul”. Los encuentra aún más lejos: a lo largo de la orilla del cercano arroyo Boulder, y en los patios de las casas frente a la escuela.

La extensión de la basura revela “lo mucho que esto se ha convertido en parte de la vida de nuestros estudiantes”, dijo Lewis. “Y eso es lo que da miedo. … Realmente se ha convertido en una epidemia en nuestras escuelas, y no solo aquí en la Preparatoria Boulder, sino en todas las preparatorias de la nación que están lidiando con esto”.

Colorado encabezó la lista del <i style=”mso-bidi-font-style: normal”>vaping adolescente en 2018, y Boulder es uno de los puntos más conflictivos. El aumento en la práctica del vaping ha llevado a problemas de salud, incluyendo un brote de una enfermedad pulmonar muy grave y a veces mortal. El vaping también ha creado un nuevo problema ambiental menos discutido con los cigarros desechados y las abundantes cápsulas que los acompañan.

La cápsula desechable es un pequeño cartucho de plástico que contiene el líquido de la nicotina. Se engancha en la base del aparato de fumar, a menudo llamado “vape pen”, que puede parecer un bolígrafo real o un accesorio digital inocuo como una memoria USB. En 2017, la gente compró más de 16 millones de estos dispositivos en EU, una cifra que no incluye las cápsulas desechables, que en el caso del Juul se venden a menudo en paquetes de cuatro.

El destino de los cartuchos viejos y los elegantes dispositivos cargados con baterías después de su uso se está convirtiendo en un enorme problema para los gestores de residuos, y los administradores de las escuelas.

En Boulder, la comunidad está respondiendo al ataque de los desechos. Las escuelas de Boulder y sus departamentos de salud y de gestión de residuos se unieron para crear un sitio web sobre los cigarrillos electrónicos y el vaping que incluye información sobre la eliminación segura. En noviembre, los votantes de Boulder aprobaron un impuesto del 40 por ciento sobre todos los aparatos electrónicos para fumar, incluyendo los vapeadores y las cápsulas desechables.

Durante una caminata alrededor de la Preparatoria Boulder, el custodio Allen Chávez señaló donde encuentra las cápsulas vacías de Juul. Los estudiantes las meten entre los cojines de los muebles. “La mayoría de estas cosas que encontramos están en las grietas de estas sillas de aquí”, indicó Chávez.

En un baño de varones, Chávez señaló un pequeño agujero en la pared, donde los estudiantes depositan las cápsulas consumidas.

“He atrapado a un par de chicos”, afirmó Chávez, pero los estudiantes a menudo dicen: “‘No fui yo'”.

Angel Ocon jugó fútbol americano en la Preparatoria Boulder y dijo que ha visto muchas cápsulas desechadas bajo las gradas del estadio de la escuela. “Si usas vapor o Juul o algo así, lo único en lo que vas a pensar es en cómo te va a gustar, no en dónde vas a tirar tus cosas”, confesó Ocon.

Shelly Fuller, quien maneja el programa de materiales peligrosos del Condado de Boulder, dijo que ninguno de los componentes debe ser tirado a la basura.

En su lugar, deben llevar los <i style=”mso-bidi-font-style: normal”>vapers a un centro de desechos peligrosos o de reciclaje como el suyo.

En una mesa de clasificación de baterías, Fuller mostró una cubeta de artículos de cigarrillos electrónicos. Este nuevo afluente de la corriente de residuos apareció hace unos dos años, indicó. La gente estaba depositando los vaporizadores, las cápsulas y las baterías, pero los artículos también aparecían en la basura.

“Si vienes a dejar pintura o productos químicos domésticos o algo así, también puedes traer tus dispositivos de vapeo”, dijo Fuller.

Una vez, un padre vino a desechar una caja llena de recipientes de plástico rellenables para líquidos de vaping, encontrada en la habitación de su hijo. El padre le dijo a Fuller: “Solo quiero sacar esto de mi casa. No quiero que tengan acceso a esto”.

Como productos de desecho, los diferentes componentes de los cigarrillos electrónicos deben tratarse por separado. Los dispositivos de vapeo tienen baterías, normalmente de iones de litio. Fuller los envía a una instalación de reciclaje en Arizona. Las cápsulas de líquido, por el contrario, las envía a una instalación en el este de Colorado. Esas cápsulas pueden contener nicotina concentrada sobrante, por lo que deben ser desechadas con mucho cuidado.

“Las enviamos con nuestros venenos o tóxicos”, reveló Fuller. La nicotina se considera un residuo peligroso agudo, dijo, ya que pequeñas dosis pueden ser letales para un humano o un animal pequeño.

Un estudio reciente de una docena de preparatorias en el área de la bahía de San Francisco encontró que los desechos de los cigarrillos electrónicos, el tabaco y los productos de cannabis están causando contaminación ambiental en las preparatorias y en las áreas adyacentes.

En varias preparatorias de altos ingresos, los investigadores encontraron “cantidades sustanciales de residuos de cigarrillos electrónicos Juul y de otros tipos”, la gran mayoría proveniente de “cápsulas con sabor diferente al del tabaco”. En las escuelas de bajos ingresos, los investigadores encontraron una mezcla diferente de artículos de desecho, que incluía restos de pequeños cigarros y cigarrillos con sabor. En todas las preparatorias, informaron haber encontrado grandes cantidades de colillas de cigarrillos, sobre todo de cigarrillos mentolados; también encontraron residuos de cannabis con sabor.

Los artículos de vaping desechados han llevado a una intoxicación accidental por nicotina: El Rocky Mountain Poison and Drug Center reportó casi 250 informes de este tipo entre 2013 y 2018, de las cuales más de la mitad involucraron a niños menores de cinco años.

Brittany Carpenter, especialista en educación sobre el tabaco del Condado de Boulder, mencionó que los sabores de los líquidos electrónicos similares a los caramelos son atractivos para los niños y las mascotas.

“Puede que esté colocado en una mesa de centro y haya acceso a eso, y entonces se derrama o lo abren y es absorbido a través de la piel”, explicó. “Así que se ingiere o absorbe de alguna manera”.

Un caso de intoxicación por nicotina podría requerir una visita al médico o incluso un viaje al hospital. Una cápsula de Juul contiene nicotina equivalente a 20 cigarrillos, más o menos lo mismo que una cajetilla de cigarrillos. Carpenter argumentó que la investigación acaba de empezar a determinar los ingredientes exactos del líquido del cigarrillo electrónico dentro de una cápsula, pero además de la nicotina, “hay algunos metales pesados como el plomo, el estaño y el níquel”.

Todas las cosas tóxicas de un cigarrillo electrónico pueden terminar en el suelo o en el agua si no se eliminan adecuadamente, apuntó John Volckens, investigador de salud ambiental de la Universidad Estatal de Colorado. “A medida que la batería se degrada, los compuestos en la batería pueden filtrarse al agua cercana”, detalló.

Al igual que muchos productos, un cigarrillo electrónico o una cápsula desechada no desaparece realmente, aseguró Volckens, sino que va a parar a otro lugar.

“Esto contribuye a un problema mayor de desechos electrónicos que ya tenemos como sociedad”, agregó. Sin embargo, la industria del vaping no ha logrado lanzar una amplia campaña para fomentar el reciclaje de sus productos, incluidas las cápsulas, señaló Volckens.

Algunos defensores del vaping desestiman las preocupaciones ambientales como exageradas.

“No hay ningún daño ambiental, en comparación con todos los productos domésticos que tiramos a la basura todos los días”, comparó Gregory Conley, presidente de la Asociación Estadounidense de Vaping. “La mayoría de las cápsulas, cuando alguien quiere tirarlas al suelo de forma imprudente, ya han sido vaporizadas, y queda poco o ningún líquido en esa cápsula”. Concluyó que depende de los consumidores el encargarse de sus residuos.

Visit Kaiser Health News at www.khn.org