¿Es Harris el secreto demócrata para detener al candidato de Trump a la Corte Suprema?

Tribune Content Agency

SAN JOSÉ, California — Si parecía que el punto más importante en la búsqueda de Kamala Harris para ayudar a los demócratas a ganar la Casa Blanca era un inminente debate con el vicepresidente Mike Pence, todo eso quizá haya cambiado el viernes por la noche.

Ahora Harris, de 55 años, se enfrenta a lo que casi seguramente son los momentos más desafiantes y relevantes de su carrera política en las próximas semanas como senadora en funciones de Estados Unidos y como candidata demócrata a la vicepresidencia profundamente involucrada en la batalla por el escaño de la Corte Suprema que quedó vacante por el fallecimiento la semana pasada de la jueza Ruth Bader Ginsburg.

Cómo una mujer famosa (o infame, entre los círculos conservadores) por interrogar al juez Brett Kavanaugh sobre los derechos reproductivos durante su audiencia de confirmación va a la batalla contra los líderes republicanos que intentan confirmar a un nuevo juez conservador mientras Donald Trump sigue siendo presidente pudiera hacer o deshacer el futuro de Harris.

Como miembro del Comité Judicial, Harris probablemente tomaría el centro del escenario en cualquier interrogatorio del nominado de Trump (casi seguramente una mujer conservadora) si el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, presiona para llenar la vacante durante las últimas semanas de la campaña presidencial. Eso pudiera representar oro político, dicen expertos; o pudiera resultar ser una mina terrestre.

Su doble papel “está realmente en conflicto”, dijo Barbara O’Connor, profesora emérita de comunicaciones en la Sacramento State University. “Va a ser interesante ver cómo se desenvuelve en eso”.

Harris tendrá que ser firme pero amable, dijo O’Connor. Obstinada pero no sarcástica. Fáctica en un mundo donde las verdades básicas son ahora rutinariamente debatidas. Cuidadosa en la elección de su lenguaje; hablar sobre la preservación de la atención médica (es decir, la Ley de Atención Médica Asequible, la cual la Suprema Corte pronto pudiera destripar o desechar en un caso inminente) en medio de una pandemia, pero tal vez omitir el debate altamente emocional sobre el aborto.

“No quieres hacer enojar a las mujeres republicanas que defienden el derecho a la vida a quienes necesitas”, comentó O’Connor.

Los demócratas han estado atrayendo agresivamente a las mujeres de los suburbios que siente rechazo por el comportamiento de Trump como la clave para ganar estados muy disputados, y una encuesta de Gallup realizada esta primavera encontró que los adultos estadounidenses están divididos en cuanto al aborto, con el 50 por ciento afirmando que debería ser legal en algunas circunstancias. El 48 por ciento se identifica como favorable a la elección mientras que el 46 por ciento se llama a sí mismo pro vida.

Trump ha dicho que nombrará a su nominado para finales de la semana. La principal contendiente, la jueza Amy Coney Barrett, es vista por partidarios y oponentes por igual como una cristiana conservadora y ferviente partidaria de la vida.

Jessica Levinson, profesora de la Facultad de Derecho de Loyola, no cree que Harris deba evitar preguntar a cualquier nominado sobre el tema más candente.

“No creo que por el simple hecho de pregunar sobre el caso Roe vs Wade, moleste a los votantes”, dijo Levinson.

Y, agregó, como abogada y ex fiscal (cuyo propio nombre ha sido al menos casualmente mencionado en discusiones sobre quién debería llenar las vacantes de la Corte Suprema), Harris pudiera usar su turno en el micrófono para tratar de apelar a los estadounidenses, quienes pudieran entonces presionar a sus senadores para que postergue un voto de confirmación hasta después de la elección. En 2016, McConnell se negó a considerar al candidato del presidente Barack Obama tras la muerte del juez Antonin Scalia ocho meses antes de la elección, pero rápidamente anunció tras la muerte de Ginsburg que ocuparía su vacante menos de dos meses antes del día de las elecciones.

“Creo que ella tiene una oportunidad increíble para tratar de convencer al público estadounidense en cuanto a por qué lo que los republicanos del Senado están haciendo es hipócrita y por qué es un problema”, dijo Levinson.

Si ella tiene esa oportunidad en el Senado, está por verse. McConnell pudiera retrasar los procedimientos hasta después de la elección u omitir las audiencias por completo y llevar la votación directamente al pleno del Senado. Los republicanos también pudieran cambiar las reglas de una audiencia, por ejemplo, y requerir que los senadores presenten preguntas por escrito. Los demócratas necesitarían que se les unieran cuatro republicanos para bloquear a un candidato, y aunque un par de ellos han dicho que apoyan la espera hasta después de las elecciones, no está claro cómo responderían si McConnell sigue adelante antes de eso. También está el espectro de la contienda senatorial especial en Arizona, donde el demócrata Mark Kelly pudiera reemplazar a la senadora republicana Martha McSally tan pronto como el 30 de noviembre si gana.

“Esto es como un juego de ajedrez de ocho dimensiones”, dijo Josh Blackman, un profesor de derecho en el South Texas College of Law Houston. “Hay tantas piezas en movimiento”.

Pero aunque Blackman piensa que una audiencia para un nominado “pone a Harris en una situación muy precaria” al crear oportunidades para errores no programados y políticamente costosos, la veterana analista política de California Sherry Bebitch Jeffe lo ve como una oportunidad para entusiasmar a la base que apoya a la fórmula Biden-Harris, especialmente a los votantes jóvenes y progresistas que la campaña necesitará atraer para ganar.

“Las mujeres no caminan al mismo paso”, dijo. “No hay razón en el mundo para que Kamala Harris se contenga”.

Y aunque una audiencia presenta una oportunidad inesperada para Harris de formular el argumento de que ella y Biden merecen llegar a la Casa Blanca, también tiene el largamente planeado debate vicepresidencial si las audiencias no resultan en la frecuencia de sonido perfecta. Cuál de las dos resultará ser más relevante está por verse.

“Creo que probablemente se comerá vivo al vicepresidente en el debate”, dijo O’Connor, ex entrenador de debates. “Es muy buena en eso. Es muy inteligente”.

En última instancia, los demócratas enfrentan a una batalla difícil en lo que se refiere a impedir que los republicanos designen a un nuevo juez. Pero el potencial para una escena culminante con la participación de Harris en un papel protagonista creció aún más después del giro del viernes.

“Si hubieran propuesto esta misma historia en ‘House of Cards'”, dijo Bebitch Jeffe, “la rechazarían por no ser lo suficientemente realista”.

– Este texto fue traducido por Kreativa Inc.

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