Hospitales dejan la competencia ante la crisis

Tribune Content Agency

Para los hospitales, que están entre los negocios más grandes y competitivos del país, renunciar a cirugías lucrativas para dar paso a un exceso de pacientes de la competencia no es algo natural.

Pero mientras el COVID-19 amenaza con abrumar el sistema de salud estadounidense, los hospitales están cooperando de maneras sin precedentes. Además de posponer las cirugías electivas y otros procedimientos, están transfiriendo niños de hospitales para adultos a hospitales pediátricos y compartiendo personal, equipos y suministros. Un sistema de atención médica ha llegado a crear un hospital solo para la atención al COVID-19.

En el muy afectado Nueva York, el gobernador demócrata Andrew Cuomo creó un centro de mando para coordinar una estrategia de “aumento y flexibilidad” para redistribuir los recursos entre los hospitales del estado en tiempo real.

“Estamos intercambiando entre hospitales los respiradores, equipo (de protección personal), quién tiene batas, quién tiene cubre bocas y está sucediendo a diario”, anunció Cuomo el lunes.

En una sesión informativa anterior, Cuomo señaló que los hospitales de Nueva York se han visto obligados a cooperar de manera “antitética al fundamento de la industria del cuidado de la salud en este estado”.

También ha habido cooperación interestatal, incluso sin coordinación federal. Cuomo agregó que tiene sentido que los estados que aún no han llegado a un punto de crisis transfieran recursos a los estados donde los casos de COVID-19 están alcanzando su máximo nivel, sabiendo que los receptores actuarán de manera recíproca cuando sus situaciones se calmen. El estado de Washington, por ejemplo, envió 400 respiradores a la Reserva Estratégica Nacional para ponerlos a disposición de otros estados. Oregón envió 140 respiradores a Nueva York.

Muchos hospitales del país temen no poder manejar una oleada de COVID-19 por su cuenta, según un informe publicado el viernes por el inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. El informe, basado en una encuesta entre 323 hospitales en 46 estados, señaló la escasez de camas, equipo y personal.

Desde que el estado de Washington identificó el primer caso de COVID-19 en enero, el departamento de salud y la Asociación de Hospitales de Washington han estado trabajando juntos para mantener abierta la comunicación entre los 115 hospitales del estado. El primer paso fue cancelar todas las cirugías y hospitalizaciones no esenciales.

“Eso fue muy malo para los hospitales desde el punto de vista financiero”, expuso Cassie Sauer, directora ejecutiva de la Asociación de Hospitales del Estado de Washington. “Pero, como resultado, todavía tenemos camas disponibles. Eso no habría pasado si no hubiéramos tomado una decisión tan agresiva desde el principio. Los hospitales del Condado de King (Seattle) están solo entre el 60 y el 70 por ciento llenos ahora mismo”.

Washington también trasladó a todos los niños de los hospitales para adultos a hospitales pediátricos con espacio disponible. Después de eso, se hizo evidente que había aún más espacio disponible en los hospitales infantiles especializados. La asociación le hizo saber a los hospitales de cuidados agudos para adultos que los hospitales infantiles locales estaban dispuestos a acoger a sus jóvenes adultos, de 18 a 22 años, añadió Sauer.

Ahora, cuando los adultos jóvenes se presentan en la sala de emergencias de un hospital para adultos, son redirigidos a un hospital infantil, a menos que necesiten atención especializada que no esté disponible allí, dijo.

Los hospitales de Washington aún no se han quedado sin camas y sin capacidad en las unidades de cuidados intensivos. Pero eso aún podría suceder porque el número de hospitalizaciones por coronavirus sigue aumentando.

El siguiente paso del estado, dijo Sauer, es trasladar a los pacientes que se están recuperando y que solo sufren síntomas leves o moderados fuera de los hospitales y en entornos de atención menos intensiva fuera del hospital. El estado de Washington y el Condado de King adquirieron dos hoteles, un hogar de ancianos recientemente cerrado y un hospital completamente equipado que cerró hace menos de tres meses para albergar a muchos de estos pacientes, detalló.

“Estamos manteniendo a las personas infectadas con COVID-19 con síntomas leves a moderados, que no tienen ningún lugar seguro a donde ir”, recalcó. “Tienden a tener bajos ingresos, no tienen hogar o viven en un apartamento lleno de gente con muchos compañeros de vivienda. Algunos pueden tener un familiar vulnerable en casa”.

Estos pacientes solo necesitan comidas, cuidado personal y controles de temperatura, aseveró Sauer. Necesitan un lugar seguro para permanecer en cuarentena mientras se recuperan.

El gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, nombró a la vicealmirante retirada de la Marina, Raquel Bono, como directora estatal para la Gestión de Respuesta del Sistema de Salud al COVID-19. Ella y su equipo están coordinando una respuesta en todo el sistema de atención médica, incluyendo hogares de ancianos, clínicas locales, instalaciones tribales, el gobierno federal y los servicios militares.

Los grupos nacionales siguieron el ejemplo de Washington sobre los hospitales pediátricos. La Asociación de Hospitales Infantiles anunció el viernes que se está asociando con hospitales de adultos y con el gobierno local, estatal y federal para ampliar la capacidad de los de cuidados agudos de adultos para tratar más pacientes con COVID-19.

La organización médica, junto con la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Colegios Médicos Estadounidenses, recomendó “una consolidación temporal de la atención pediátrica, y en algunos casos de adultos jóvenes, en los hospitales infantiles en función de las condiciones locales”.

Amy Knight, jefa de operaciones de la Asociación de Hospitales Infantiles, dijo que los hospitales pediátricos han aplazado los procedimientos, las admisiones y las visitas ambulatorias para aumentar su capacidad de acoger a pacientes pediátricos e incluso adultos jóvenes procedentes de los hospitales de servicios generales.

Los hospitales de cuidados agudos y los infantiles de muchos estados han forjado acuerdos sobre el traslado de esos pacientes, como uno entre el Baptist Hospital de Miami y el Nicklaus Children’s Hospital, uno pediátrico con 309 camas.

“Se espera que la propagación de COVID-19 desafíe nuestra capacidad de camas, personal y suministros hospitalarios”, subrayó Bo Boulenger, jefe de operaciones de Baptist Health South Florida. “Mientras nos preparamos para un aumento anticipado de pacientes adultos con COVID-19, esta colaboración nos permitirá utilizar mejor nuestros recursos”.

Knight mencionó que los hospitales de Connecticut, Nueva York y Louisiana han hecho arreglos similares para los pacientes pediátricos.

Cuando los médicos de Steward Health Care, un sistema hospitalario de Texas con hospitales en nueve estados, examinaron la respuesta al COVID-19 en otros países, se destacó algo significativo.

Los pacientes de COVID-19 segregados en instalaciones médicas que solo trataban a pacientes con coronavirus tenían más probabilidades de sobrevivir que los atendidos en hospitales que trataban a todo tipo de pacientes.

“Descubrimos que cuando (los hospitales) trataban a los pacientes con COVID-19 por separado, desarrollaban una experiencia significativa y obtenían resultados mucho mejores”, declaró a Stateline el doctor Joseph Weinstein, director médico de Steward, en una entrevista telefónica.

Steward actuó según esa información.

El mes pasado, Steward dio el inusual paso de transformar uno de sus 35 hospitales, el Carney Hospital en Dorchester, Massachusetts, en un centro de tratamiento exclusivo para COVID-19. Los pacientes con otros padecimientos que llegan a su sala de emergencia son dirigidos a uno de los otros nueve hospitales de Steward en Massachusetts.

La compañía planea convertir otro de sus hospitales de Massachusetts, el Hospital Morton en Taunton, en un segundo centro de tratamiento dedicado exclusivamente al COVID-19. Weinstein dijo que la cadena de hospitales con fines de lucro está considerando el mismo modelo en otras regiones donde opera.

Steward anunció el fin de semana que está creando unidades de cuidados intensivos solo para la atención al COVID-19 en la mayoría de sus hospitales.

Otros hospitales, como los asociados con la Universidad de Michigan y la Universidad de California en San Francisco han convertido uno o varios pisos en unidades dedicadas a tratar a los pacientes con COVID-19. Los departamentos de emergencia de casi todos los hospitales están creando una entrada separada y lugares de triaje externos para los pacientes con sospecha de COVID-19.

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