Elizabeth Warren se rezaga entre los votantes latinos. ¿Tiene un plan para eso?

Tribune Content Agency

SAN DIEGO — Los letreros en el mitin de la senadora Elizabeth Warren en San Diego tenían un aspecto familiar: letras mayúsculas en negrita sobre un fondo “verde libertad” distintivo, pero con un giro. “Soñar en grande”, pregonaban, “Luchar con todo”, una traducción al español del eslogan de su campaña “<i style=”mso-bidi-font-style: normal”>Dream Big, Fight Hard”.

Fue un guiño sutil al bilingüismo de la ciudad fronteriza. Pero también reflejaba una necesidad para la campaña creciente de Warren. Su ascenso constante en las encuestas para las primarias presidenciales la ha colocado firmemente al frente de la manada demócrata. Pero entre los votantes latinos, su ascenso ha sido más lento que exorbitante.

Warren se ha rezagado constantemente en las encuestas detrás del ex vicepresidente Joe Biden y el senador de Vermont Bernie Sanders entre los votantes latinos, aun cuando ha estado al mismo nivel o incluso ha superado a sus rivales mejor conocidos entre los votantes en general.

Ahora la senadora de Massachusetts se está poniendo al día, no solo para aumentar su familiaridad entre los latinos, sino también para crear un aparato de campaña para cortejarlos. Ganarse a este grupo electoral será vital para su éxito en la votación temprana en el estado de Nevada, así como para los tesoros de delegados como California y Texas, que votarán el 3 de marzo.

“Comenzó su campaña con un déficit entre los votantes latinos, y es realmente desconocida para el electorado latino”, comentó Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO Educational Fund, una organización sin fines de lucro que promueve el compromiso cívico entre la comunidad.

Warren necesita emplear un “sólido esfuerzo” para “realmente presentarse ante el electorado latino, primero como una candidata que los entienda”, agregó Vargas. “Ese es el primer paso que debe hacer la campaña, incluso antes de entrar en propuestas de políticas. … Me encantaría ver su plan para involucrar realmente al electorado latino”. Para fomentar esa relación, la campaña de Warren sigue la estrategia que utilizó para cortejar con éxito a otros bloques de votantes clave. Antes vista únicamente como la candidata preferida de los votantes blancos con educación universitaria, ha mejorado su posición entre los votantes afroamericanos. Ha enlazado apariciones de campaña en lugares ricos en minorías y reuniones con líderes comunitarios influyentes para generar publicidad de boca a boca.

Una visita de Warren a Los Ángeles recientemente es emblemática de ese enfoque dual: una aparición pública en una cumbre con patrocinio sindical en el centro junto con una reunión privada con miembros de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, un grupo activista local conocido como CHIRLA.

Encuestas recientes muestran que aún queda trabajo por hacer. Dos encuestas en California, una realizada por el Instituto de Políticas Públicas de California (PPIC, por su sigla en inglés) y otra llevada a cabo para Los Angeles Times por el Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California, en Berkeley, muestran a Warren a la cabeza o en empate efectivo con Biden entre los votantes en general, pero detrás de Biden y Sanders por dos dígitos entre los votantes latinos. Una encuesta de la Universidad de Suffolk/USA Today en Nevada mostró el mismo resultado.

“Ella pasa de ser una candidata de primer nivel a una candidata de segundo nivel entre los latinos”, dijo Mark Baldassare, presidente del PPIC.

En cierto sentido, eso es una mejora.

“Si crees que no se ve bien ahora, la hubieras visto hace seis meses”, dijo Matt Barreto, un encuestador cuya firma se especializa en el electorado latino.

Las encuestas nacionales realizadas por la firma de Barreto, Latino Decisions, encontraron a mediados de septiembre que el 15 por ciento de los votantes latinos en las primarias demócratas tenía la intención de votar por Warren, en comparación con el siete por ciento en junio.

Los votantes latinos son notoriamente difíciles de cortejar para los políticos, en parte porque se toman su tiempo para sintonizar a medida que se desarrollan las campañas. La encuesta del PPIC encontró que el 32 por ciento de los latinos afirmó que seguía “muy de cerca” las noticias sobre la campaña de 2020, en comparación con el 40 por ciento de los votantes blancos y el 42 por ciento de otros grupos minoritarios. Esa dinámica tiende a favorecer a los candidatos que tienen una reputación bien establecida, como Biden, cuyo mandato vicepresidencial se basó en décadas a la vista del público como senador de EU, y Sanders, quien saltó a la fama nacional con su candidatura presidencial de 2016.

Los partidarios latinos de Warren dicen que su plataforma repleta de políticas (haciendo del “tengo un plan para eso” su eslogan de campaña de facto) se alinea bien con los deseos de su comunidad.

La asambleísta de California, Lorena González, una demócrata por San Diego que preside el Caucus Legislativo Latino del estado, dijo que el mensaje económico de Warren resuena con las aspiraciones de los latinos que desean mejores oportunidades para sus hijos.

“Mis hijos merecen vivir en el Estados Unidos de Elizabeth Warren”, declaró González, quien ya respaldaba a la senadora antes del mitin en San Diego el jueves pasado.

La campaña señala a las propuestas de Warren para impulsar el cuidado infantil universal, ayudar a los emprendedores de color y estabilizar a Puerto Rico como particularmente atractivas para los votantes latinos.

Rebecca Saldana, quien llegó al mitin de la senadora frente al mar en San Diego horas antes de que comenzara, agregó que ha sido partidaria de Warren “desde el primer día”, en parte debido a su plan de reformar el Servicio de Inmigración y Aduanas para centrarse más en el contrabando y el tráfico en lugar de las redadas de deportación. La maestra de secundaria de 57 años de Oceanside tenía una captura de pantalla de los detalles del plan en su teléfono como referencia.

Saldana dijo que conocía a muchos otros latinos que inicialmente se habían puesto del lado de Biden. Pero ella se sentía optimista de que Warren estaba haciendo avances.

“La marea está cambiando poco a poco”, señaló. “Es un cambio de corriente en tiempo real”.

Un énfasis en la inmigración es una necesidad para hacer política en lugares como California y Nevada, subrayaron activistas.

“Las personas y el lugar importan”, añadió Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA. “Aquí en el sur de California, no se puede dejar de hablar de inmigración cuando el 47 por ciento de la población es inmigrante o hijo de un inmigrante. Se siente como si de alguna manera estuvieras negando a las personas que están en el lugar donde estás”.

Salas señaló que Warren no asistió al foro de inmigración de su grupo en mayo, a pesar de que estaba previsto que coincidiera con la convención estatal del Partido Demócrata de California, asegurándose de que los candidatos estarían en el estado. Sanders, la senadora de California Kamala Harris, el ex secretario de Vivienda Julián Castro, y el gobernador de Washington, Jay Inslee (quien desde entonces abandonó la contienda) sí asistieron.

“Se trata de cuánta prioridad nos da”, enfatizó Salas sobre los candidatos que aparecieron en el evento.

Salas indicó que su grupo ha estado presionando para tener una reunión con Warren desde la primavera, una solicitud que finalmente se concretó con su reunión privada el viernes.

“Se la habíamos estado pidiendo durante mucho tiempo”, comentó.

Los activistas de la comunidad latina aseguran que hay indicios de que Warren está intensificando sus esfuerzos, aunque todavía se queda atrás de algunos de sus competidores. La mayoría de los contendientes contaban con un director nacional de enlace latino desde el comienzo de sus campañas, pero Warren solo creó ese puesto el mes pasado, eligiendo a Jonathan Jayes-Green, un respetado organizador de ascendencia panameña, para el cargo.

“Ojalá hubiera contratado a una persona de enlace latino antes, pero me alegra que ya lo haya hecho”, expresó Natalia Salgado, directora política nacional del Centro para la Acción por la Democracia Popular, un grupo activista progresista.

En Nevada, el equipo de Warren ha establecido una oficina en el vecindario predominantemente latino de East Last Vegas, atendido por una mayoría de organizadores que hablan español. Fernando Romero, presidente de Hispanics in Politics, un veterano grupo activista en Nevada, atribuyó a la campaña el establecimiento de una presencia “básicamente en el barrio, el corazón de la comunidad latina”.

Romero consideró una buena señal para la campaña de Warren el que hubiera abierto una oficina allí. Pero vio como una mala señal el hecho de que él, y probablemente muchos otros votantes latinos en Las Vegas, no sabían que existía dicha oficina.

En una reunión con un delegado de la campaña de Warren la semana pasada, Romero ofreció una advertencia: “Es un secreto bien guardado, y es mejor que empiecen a acercarse” a los latinos.

Pero otros en el campamento de Warren dijeron que confían en que los latinos se unirán una vez que comiencen a participar seriamente en la contienda presidencial.

“Llegamos notoriamente tarde a la fiesta”, afirmó González. “Pero ya estamos aquí”.

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