Gobernadores se adelantan a funcionarios federales en la respuesta al coronavirus

Tribune Content Agency

WASHINGTON — Los gobernadores de ambos partidos se están haciendo cargo de la pandemia del coronavirus, estableciendo reglas y planes para sus estados mientras los funcionarios federales se esfuerzan por mantenerse al día.

También están elevando sus perfiles políticos al convertirse en las autoridades de referencia para los ciudadanos.

Los gobernadores fueron los primeros en limitar las reuniones a un número específico de personas, los primeros en cerrar negocios y programas comunitarios, y los primeros con información mientras el presidente y sus colaboradores ofrecían actualizaciones a veces inexactas.

Las acciones de los gobernadores han trascendido a los partidos. Republicanos como Charlie Baker en Massachusetts, Mike DeWine en Ohio y Larry Hogan en Maryland, así como demócratas como Andrew Cuomo en Nueva York y Gavin Newsom en California, han tomado la iniciativa para hacer llegar la atención médica y la información a sus electores.

Con notables excepciones (el gobernador republicano de Oklahoma Kevin Stitt el fin de semana pasado tuiteó que llevó a su familia a una zona de comida rápida de un centro comercial), la mayoría ha aconsejado a los residentes de sus estados que se queden en casa y eviten reunirse con otras personas.

“Creo que los gobernadores actuaron de manera más eficiente que el gobierno federal, en particular el presidente y su administración”, criticó Bob Griffin, decano del Colegio de Preparación para Emergencias, Seguridad Nacional y Ciberseguridad de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany. “Particularmente en Illinois y Nueva York, y Newsom hizo un trabajo decente en California. Miren lo que se ve incluso desde Alabama, Washington, los estados han tomado la iniciativa”.

Por ejemplo, en los primeros 11 días de marzo, los gobernadores republicanos de ocho estados (Arizona, Arkansas, Florida, Indiana, Iowa, Maryland, Ohio y Utah) declararon estado de emergencia. Una docena de gobernadores demócratas también habían dado ese paso para entonces. El Presidente Donald Trump declaró una emergencia nacional el 13 de marzo.

La Administración Federal de Vivienda suspendió el miércoles las ejecuciones hipotecarias. Muchos gobernadores ya habían actuado para hacer eso, incluyendo a los demócratas Newsom en California y Laura Kelly en Kansas. El gobernador republicano de New Hampshire, Chris Sununu, prohibió el martes los desalojos y las ejecuciones hipotecarias y prohibió a las empresas de servicios públicos desconectar a los clientes, como parte de un amplio paquete de emergencia.

Griffin dijo que gobernadores como Cuomo, DeWine y J.B. Pritzker de Illinois, un demócrata, están “mucho más alineados con lo que la nación necesita. Están enviando un mensaje de que ‘esto es importante, pero mantengan la calma, y podremos superarlo'”.

Cuomo dio una conferencia de prensa el 17 de marzo para explicar por qué ordenó el cierre de negocios, restaurantes y otras operaciones. No era, dijo, responsabilidad de los funcionarios locales, era suya. “Moléstense conmigo”, comentó. “La pelota se detiene en mi escritorio. Asumo toda la responsabilidad”.

Trump dio una conferencia de prensa el 13 de marzo para declarar la emergencia nacional. A la pregunta de un reportero de si debería asumir la responsabilidad de la incapacidad del gobierno federal para distribuir más pruebas de detección del coronavirus antes, Trump respondió: “No me hago responsable en absoluto”.

“El gobernador Cuomo se actuó con reltiva rapidez en esto y ha sido bastante certero”, describió Griffin, quien prestó servicio en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos de 2010 a 2017. “Incluso en las cosas por las que fue criticado inicialmente, como la ayuda de la Guardia Nacional en New Rochelle”, el área fue declarada zona de contención debido a un brote.

Kathleen Hall Jamieson, directora del Centro de Política Pública Annenberg de la Universidad de Pensilvania, escribió en un correo electrónico que los gobernadores de ambos partidos están mostrando un liderazgo que podría ayudarlos políticamente.

“Muchos de los gobernadores de la nación están demostrando que saben cómo actuar con decisión y bien en tiempos de crisis”, aseveró. “Una persona de Marte que observe la retórica y las acciones de nuestros líderes supondría razonablemente que Andrew Cuomo es el presidente”.

Trump criticó repetidamente a los gobernadores, especialmente a los demócratas, en los primeros días de la crisis, refiriéndose a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, como “un fracaso” y acusando a Cuomo de pedir urgentemente más asistencia federal. Pero se retractó varios días después y parece haber arreglado las cosas con Cuomo.

Parte de la incapacidad del gobierno federal para actuar proviene del propio federalismo: Los estados tienen poderes que no se encuentran en el gobierno nacional, sobre las escuelas, por ejemplo, y las votaciones. El gobierno federal no puede cambiar las fechas de las elecciones o los procesos de votación; esa es una función estatal.

Ohio aplazó su elección primaria del 17 de marzo, pero otros estados celebraron la suya. Algunos estados están estudiando la posibilidad de llevar a cabo la votación por correo.

Oregón y Washington ya organizan elecciones enteramente de voto por correo. Incluso antes del brote de coronavirus, la gobernadora de Oregón, Kate Brown, había estado presidiendo un comité de la Asociación de Gobernadores Demócratas sobre la expansión de la práctica a más estados.

“Garantizar unas elecciones accesibles es algo que los gobernadores se toman en serio, y a medida que nos acercamos a las elecciones primarias de primavera y verano, los estados están explorando muchas opciones para proteger los derechos de los votantes y mantenerlos seguros, incluyendo el aumento del voto por correo”, explicó Christina Amestoy, vocera de la Asociación de Gobernadores Demócratas.

Hogan de Maryland y DeWine de Ohio, ambos republicanos, se encuentran entre los que han adoptado las medidas más enérgicas.

Pospusieron las elecciones primarias y fueron de los primeros gobernadores en cancelar las clases escolares en todo el estado, junto con el cierre de negocios, restaurantes y bares. El 12 de marzo, Hogan cerró las escuelas, restringió el acceso a los asilos, activó completamente el plan de gestión de emergencias del estado y cerró la terminal de cruceros de Baltimore.

DeWine fue uno de los primeros en exigir exámenes médicos a los visitantes de las cárceles y prisiones, así como a los hogares de ancianos.

Pero algunos gobernadores republicanos se quedaron atrás.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, un republicano que fue criticado durante varios días por negarse a cerrar las playas del estado durante las vacaciones de primavera, el jueves finalmente declaró: “La fiesta se acabó en Florida”.

Y el gobernador de Missouri, Mike Parson, también republicano, se apartó de sus homólogos de otros estados al negarse a cerrar las escuelas en todo el estado, aunque muchos distritos escolares cerraron de forma independiente.

John Hudak, investigador de la Institución Brookings y experto en política del poder ejecutivo, detalló que muchos gobernadores ciertamente han “mejorado su respeto y su posición” en esta crisis. Los residentes del estado ahora entienden cuán poderosos pueden ser en una emergencia, apuntó.

“La gente está adquiriendo una nueva perspectiva de lo que sus gobernadores pueden hacer”, mencionó en una entrevista telefónica. “Si consideran que la respuesta federal es inadecuada, esperarán que los estados sean más ágiles y receptivos en el futuro”.

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