El gobernador Cuomo y el alcalde De Blasio advierten que se avecinan días difíciles con el aumento de casos de coronavirus en la Ciudad de Nueva York

Tribune Content Agency

NUEVA YORK — Los principales líderes de Nueva York hicieron sonar la alarma el miércoles, a medida que el coronavirus seguía poniendo en tensión al sistema de salud del estado y paralizando la vida en la Gran Manzana, ya que al menos 81 personas murieron de la enfermedad en solo 24 horas.

En un sombrío mensaje de mediodía, el alcalde Bill de Blasio predijo que el 50 por ciento de la población de la ciudad podría contraer la mortal enfermedad en las próximas semanas, mientras el gobernador Andrew Cuomo anunciaba que el estado tiene ahora más de 30 mil casos.

De Blasio advirtió en su primer “Mensaje con el Alcalde” que la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, el COVID-19, estará “con nosotros durante meses”.

“Probablemente más de la mitad de todos los neoyorquinos se infectarán con esta enfermedad”, afirmó, y señaló que la mayoría tendría síntomas menos graves. “Pero para muchas otras personas, va a ser muy difícil, y vamos a perder algunas vidas”.

La ciudad reportó 20 mil 11 casos confirmados de coronavirus el miércoles por la noche, con 280 muertes, más que las 199 reportadas el martes. Las autoridades dijeron que 13 personas murieron el martes en el Hospital Elmhurst de Queens, uno de los varios hospitales de la ciudad asediado por la crisis.

De las personas infectadas, el 55 por ciento (u 11 mil 51) eran menores de 50 años, anunció la ciudad. La edad promedia de quienes tienen coronavirus en la ciudad es de 46 años.

La mayoría de las personas que murieron por coronavirus en la ciudad eran mayores y la gran mayoría tenía padecimientos preexistentes como diabetes, enfermedades pulmonares, cáncer, inmunodeficiencia y asma, según los datos.

Solo 15 de los 280 muertos (el cinco por ciento) eran personas de 44 años o menos. Nadie de 17 años o menos ha muerto.

De las personas que murieron, 57, o el 20 por ciento, tenían entre 45 y 64 años; 70, o el 25 por ciento, tenían entre 65 y 74 años; y 138, o el 49 por ciento, tenían 75 años o más.

Una abrumadora mayoría de los que han muerto (231, o 96 por ciento) tenían enfermedades subyacentes.

A hora más temprana, se informó que el número de muertes en todo el estado era de casi 300, ya que los centros médicos de toda la ciudad están lidiando con una mortífera escasez de equipos esenciales y de protección.

El comisionado de salud de la ciudad, el doctor Oxiris Barbot, informó que el porcentaje de personas enfermas por la enfermedad respiratoria podría ser aún más impactante para el otoño.

“Creemos que el 50 por ciento para el final de esta epidemia, esta pandemia, acercándose septiembre, probablemente rondará el 50 por ciento, pero también podría ser mucho más alto”, dijo Barbot durante una sesión informativa vespertina.

El alcalde dijo que abril y mayo, cuando se espera que los casos alcancen su punto máximo en Nueva York y abrumen el sistema hospitalario, serán “dos de los meses más difíciles”.

Cuomo reveló que el estado está lidiando con más de 30 mil 811 casos confirmados en total, con un incremento de más de cinco mil desde el martes por la mañana y un impresionante siete por ciento del total mundial.

El gobernador, mientras tanto, aprobó un plan para cerrar al tránsito vehicular algunas calles ya desiertas de la ciudad en un esfuerzo por dar a los neoyorquinos enclaustrados una oportunidad de tomar un poco de aire fresco.

“El plan se trata de cierres piloto de calles en la Ciudad de Nueva York”, reveló Cuomo durante una rueda de prensa en Albany. “Debido a que tenemos mucho menos tránsito vehicular, hay calles despejadas. La gente quiere salir a tomar un poco de aire”.

Cuomo no ofreció detalles del plan, el cual inicialmente enfrentó cierta resistencia por parte de De Blasio.

El gobernador también advirtió contra el contacto cercano en parques y áreas de juego, advirtiendo que podría cerrar aún más espacios públicos en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus.

“Se prohíben los deportes de contacto cercano en un patio de recreo. Nada de baloncesto, por ejemplo. No se puede practicar”, dijo.

De Blasio reiteró el edicto sobre dicho deporte y reveló que se desmantelarán los aros de baloncesto en toda la ciudad porque demasiadas personas están buscándose una infección de coronavirus con los juegos de pelota.

El gobernador ofreció un rayo de esperanza el miércoles, atribuyendo la disminución de la tasa de hospitalización a los paros generalizados del estado y las medidas de distanciamiento social.

Durante el fin de semana, las hospitalizaciones se duplicaron cada dos días. Cuomo señaló que la tasa se ha reducido un poco, ahora se duplica cada 4.7 días.

“Es una muy buena señal y una señal positiva”, señaló el gobernador. “No estoy 100 por ciento seguro de que se mantenga así, pero las flechas se dirigen en la dirección correcta”.

Aun así, el número de personas que necesitan ayuda médica profesional se ha duplicado desde el domingo, de mil 974 a tres mil 805, y el número de casos de COVID-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos en todo el estado han aumentado un 82 por ciento desde el fin de semana.

Cuomo, que ha estado trabajando con agencias federales para construir centros médicos improvisados en todo el estado, dijo que la peor oleada de pacientes en hospitales sobrecargados podría llegar en unas tres semanas. Nueva York podría necesitar unas 140 mil camas, el triple de la capacidad actual de 53 mil.

Los hospitales han acordado aumentar drásticamente su capacidad y los funcionarios federales están construyendo hospitales de carpas y enviando un barco hospital al puerto de Nueva York. El estado usará dormitorios vacíos y casas de reposo cerradas para satisfacer la necesidad que se avecina.

Unos 40 mil trabajadores de la salud han abandonado su jubilación o el sector privado para formar la fuerza de “oleada” contra el coronavirus de Nueva York, anunció el gobernador.

Cuomo reiteró que los respiradores siguen siendo el “mayor desafío del estado”.

Aseveró que ha estado en estrecho contacto con el Presidente Donald Trump y sobre el uso de la Ley de Producción de Defensa como una “herramienta de apalancamiento” para obligar a las empresas privadas a participar en la provisión de recursos. El estado necesita al menos 30 mil respiradores, confesó el gobernador.

“Hemos comprado todo lo que se puede comprar”, agregó Cuomo. “Ahora estamos en una situación en la que intentamos acelerar la producción de estos respiradores”.

El director general de Tesla, Elon Musk, dijo el miércoles que su compañía reabriría su Gigafactory de Nueva York en el norte del estado de Buffalo “tan rápido como sea humanamente posible” para empezar a fabricar los tan necesitados dispositivos médicos.

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