Hubo una vez un pequeño ratón que causó un gran problema.
El roedor se introdujo en el hueco de la rueda de un coche estacionado, pasó por encima de los frenos y se metió en el motor. La mayoría de los roedores se detendrían allí, es un buen lugar para anidar. Pero este amiguito tenía otros planes.
Siguió adelante hasta que estuvo dentro del tablero y no pudo salir. Allí, murió (no dije que sería una historia feliz). El olor rancio y repugnante obligó al dueño del coche a llevarlo a Avis Ford en Southfield, Michigan, donde los técnicos de servicio hicieron el desagradable descubrimiento.
“Normalmente se encuentra un arnés de cables para el motor o el sistema de inyección de combustible todo mordisqueado”, dijo el gerente de servicio de Avis Ford, Larry Sirgany. “Encontramos coches que han estado varados durante semanas y contienen un gran y desagradable nido ahí también”.
A lo largo de los años, Sirgany ha encontrado mucha flora y fauna en los motores de los coches. Hay nidos de pasto y ramitas y alimañas muertas (a veces vivas), y muchos cables roídos. El arreglo del daño resultante es costoso.
Pero esta primavera, en medio de la orden de confinamiento en casa durante la pandemia de coronavirus, los destrozos de los roedores en los motores han sido excepcionalmente altos en algunos lugares.
“He visto entre una docena y 15 vehículos con daños en las últimas seis semanas”, dijo Sirgany. “Típicamente, tendría dos por mes en esta época del año”.
Cientos en reparaciones
De hecho, un reporte del 30 de abril en The New York Times indicó que un concesionario del este recibió llamadas de cinco personas en una semana para quejarse de ratas que vivían en el motor de su coche. Una pareja recibió una alerta de problemas en el motor mientras conducían y recordaron haber visto una rata corriendo por la entrada de su casa al salir. Así que la pareja regresó a casa, abrió el capó y encontró heces y orina de animales por todo el motor, así como varitas, hojas y huesos pequeños.
Un empleado del centro de servicio de la pareja dijo que esos incidentes se han vuelto “de repente súper comunes” en “las últimas dos o tres semanas”, informó el Times.
El mes pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advirtieron sobre el comportamiento inusual o agresivo de las ratas causado, en parte, por el cierre de muchos restaurantes durante la pandemia. Los roedores dependen mucho de los restos de comida que tiran los restaurantes.
Ahora las alimañas están buscando comida en otro lugar y podría ser en tu motor. Algunas marcas de coches, como Toyota, usan cables recubiertos de soya, lo que puede ser un delicioso bocado para un roedor.
Además, en tiempo de frío, un coche es una fuente de calor para ratones, ratas, ardillas, marmotas y zarigüeyas. Es normalmente la época del año en la que Sirgany ve más daños en los motores. Las criaturas se arrastran en el motor para mantenerse calientes y mastican el cableado del auto mientras están ahí, causando estragos en el sistema eléctrico.
“Típicamente, pueden llevar bastante tiempo hacer una reparación, por lo menos de dos a cuatro horas en volver a montarlo todo”, comentó Sirgany. “Así que es una reparación de 400 a 600 dólares”.
El costo no suele exceder el deducible de una persona, por lo que por lo regular es un gasto que sale del bolsillo del propietario, comentó.
También hay un posible riesgo. Si un ratón hace un nido de hierba, normalmente del tamaño de una pelota de béisbol o de golf, pudiera incendiarse, advierten algunos expertos.
“Viéndome directamente”
La buena noticia es que cuando llega la primavera, los roedores se mantienen alejados de los autos porque hay más actividad con las salidas al aire libre de la gente.
“Este año, con el COVID, ese no es el caso”, agregó Sirgany. “Los autos han estado muy inmóviles, están estacionados, no huelen a personas y se vuelven muy atractivos para los roedores”.
La mayoría de los clientes serán alertados de que hay un problema por una luz de advertencia que señala un problema en el motor. El daño del roedor interrumpirá el sistema de cableado del coche, pero no suele paralizarlo, explicó Sirgany.
El cliente lleva el coche al concesionario y es entonces cuando el equipo de Sirgany abre el capó para diagnosticar el problema. Normalmente encontrará las pistas, tal vez ramitas u hojas, a veces seguidas de una sorpresa.
“De vez en cuando encuentras a la criatura que sigue viviendo en el coche”, mencionó Sirgany. “El último fue hace cuatro años. Era una marmota que me miraba fijamente y ni siquiera estaba interesada en irse”.
Sirgany cerró suavemente la capucha y llamó a expertos en vida silvestre para sacar a salvo a la marmota.
Pulido de los dientes
Pero incluso en aquellos vehículos que utilizan cableado a base de petróleo, los coches atraen a los roedores simplemente porque son oscuros, proporcionan refugio y ofrecen la oportunidad de higiene dental, explica un experto en ratas de la Universidad de Michigan.
“Todos los roedores tienen estos dientes que siempre están creciendo y necesitan masticar cosas para evitar que se alarguen”, indicó Ben Dantzer, profesor de psicología de la Universidad de Michigan. Estudia a los ratones, ardillas y ratas para aprender cómo toman decisiones.
En sus años de estudio de los roedores capturados en la naturaleza, Dantzer está seguro de una cosa: tienen grandes sonrisas.
“Ni una sola vez encuentras una ardilla silvestre que tenga los dientes estropeados”, dijo Dantzer. “Pero en las ratas utilizadas en investigaciones biomédicas, sus dientes son largos y están fuera de control porque no han tenido nada duro para masticar”.
En la naturaleza, los roedores mastican constantemente piedras y árboles para mantener sus dientes recortados y afilados, detalló Dantzer. Si no lo hacen, pudieran morir porque los dientes excesivamente grandes trabarían sus mandíbulas.
“Así que debajo del capó de un coche, es un buen lugar para dormir y hay todos estos cables alrededor para que los mastiquen los roedores y pulan sus dientes “, comentó Dantzer. “Entonces, el cableado del coche termina por hacer un cortocircuito”.
No le sorprende el aumento de roedores que han anidado en los motores de los coches durante la pandemia.
“No es una situación en la que tengamos esta floreciente población de ardillas y ratas”, dijo Dantzer. “Es un crimen de oportunidad, tienes todos estos vehículos parados”.
Perros, gatos y radio
Ahora que sabes todo lo que siempre (o nunca) quisiste saber sobre el estilo de vida de los roedores, hay muchas formas de proteger tu coche contra las plagas.
La más obvia es conducir diariamente, porque a diferencia de nuestro ratón o la marmota de Sirgany, la mayoría de los roedores saltan del motor y no vuelven una vez que el coche está regularmente en movimiento.
Además, dejarlo afuera lo vuelve menos atractivo.
“Si soy una ardilla o un ratón y el coche está al sol, es un objeto menos atractivo porque el garaje está oscuro y protegido”,dijo Dantzer. “Podría estacionar mi coche en la entrada porque está más iluminado, al aire libre y hay perros paseando por todas partes”.
Aquí hay algunas otras sugerencias de los expertos:
– Rocía repelente de roedores aprobado comercialmente alrededor del perímetro inferior del vehículo y los huecos de las ruedas.
– El aceite de menta rociado alrededor del coche también funciona. Algunos fabricantes de automóviles hacen una cinta con aceite de chile. Se envuelve alrededor del cableado y tiene un sabor repelente para los roedores.
– Mantén los comederos para pájaros alejados porque “los comederos para pájaros no solo alimentan a los pájaros, sino que también alimentan a las ratas”, indica Dantzer.
– Hay búhos o espantapájaros falsos con movimiento que ahuyentarán a los roedores.
– Vigila tu coche a diario, abre la puerta y el capó, proyecta luz sobre el motor.
– Los gatos y los perros son depredadores, así que puedes dejarlos en el garaje por un tiempo, si la temperatura es segura para ellos.
– Pon trampas cerca del hueco de la rueda delantera donde entran los roedores.
También ayuda pensar como un roedor. Sirgany tiene guardado un coche clásico y deja un radio encendido todo el tiempo.
“El ruido parece funcionar muy bien”, dijo Sirgany. “Lo mantengo en programas de debate, así que, desde el punto de vista de los roedores, siempre hay un humano allí”.
Si abres el capó y ves un roedor, no recuerdes la película de terror de culto Willard de 1971. No van a pulular y comerte vivo.
“No van a saltar sobre ti; no van a atacarte”, dijo Dantzer. “Pero si las ardillas se dan cuenta de que les tenemos tanto miedo como ellas a nosotros, pudiern infligir un daño grave”.
– Este texto fue traducido por Kreativa Inc.
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