Coronavirus y Trump detienen inscripciones internacionales en universidades de EEUU

Tribune Content Agency

WASHINGTON — Chittawan Boonsitanon comenzó el tercer año en Michigan State University la semana pasada desde su casa en Bangkok, a ocho mil 500 millas y medio mundo de distancia. Boonsitanon dijo que muchos estudiantes internacionales decidieron hace meses tomar clases en línea, antes de que, a mediados de agosto, los administradores de Michigan State instaran a todos los estudiantes universitarios a quedarse en casa.

Entre la pandemia del coronavirus y las protestas por la justicia racial que sacuden a Estados Unidos, regresar a East Lansing no parecía una buena idea. “Es la salud y la seguridad de Estados Unidos lo que realmente nos preocupa”, indicó Boonsitanon.

Administradores de Michigan State y de otras instituciones públicas de educación superior de todo el país afirman que esperan que se inscriban menos nuevos estudiantes internacionales este otoño debido a los retrasos en los visados y a los temores por la seguridad.

Inscribir a menos estudiantes internacionales que pagan una prima (Michigan State cobra a los estudiantes internacionales más de 41 mil dólares al año en colegiatura, casi el triple de lo que pagan los estudiantes locales) será otro golpe financiero. Las universidades ya se enfrentan a la caída de los ingresos por el cierre de dormitorios, la cancelación de partidos de fútbol americano y los recortes presupuestarios estatales, junto con el aumento de los costos por el incremento de la limpieza y las pruebas de detección del COVID-19.

Esa pérdida de ingresos pudiera disminuir los servicios disponibles para todos los estudiantes. Menos estudiantes internacionales también significará menos oportunidades para los estudiantes estadounidenses de estar expuestos a alguien de una cultura diferente. Tales interacciones “no tienen precio”, dijo Robbyn Wacker, presidenta de la St. Cloud State University en St. Cloud, Minnesota.

Las organizaciones que apoyan la educación internacional están proyectando para este otoño grandes disminuciones en las insripciones internacionales y en los ingresos por colegiaturas relacionados.

“Hemos estimado una disminución (de inscripciones) del 25 o 30 por ciento, pero dudo en fijar una cifra específica al respecto”, comentó Brad Farnsworth, vicepresidente de involucramiento mundial del American Council on Education, una organización de miembros de educación superior con sede en Washington, D.C.

Las universidades públicas y privadas de Estados Unidos pudieran experimentar colectivamente una disminución de ingresos de tres mil millones de dólares a medida que los estudiantes internacionales se mantengan alejados este otoño, según un sondeo realizado en abril por NAFSA: Association of International Educators, una organización sin fines de lucro con sede en D.C.

Los líderes universitarios, sin embargo, dan una variedad de estimaciones. La University of Washington, por ejemplo, normalmente admite a un grupo de siete mil estudiantes de primer año, y mil provienen del extranjero. “Todavía estamos en camino de tener al grupo de ingreso que describí”, dijo Jeffrey Riedinger, vicerector de asuntos mundiales.

Funcionarios de la administración de Trump, mientras tanto, han dicho desde hace tiempo que algunos estudiantes internacionales deberían mantenerse fuera del país. En mayo, el presidente Donald Trump canceló las visas de los estudiantes de posgrado chinos que están asociados directa o indirectamente con las fuerzas militares chinas.

“Miren, no todos los estudiantes chinos que están aquí están trabajando en nombre o en beneficio de la dirección del Partido Comunista Chino”, dijo el secretario de estado, Mike Pompeo, en una reciente entrevista con Mary Walter de WMAL, una estación de radio con sede en Washington, D.C., “pero es algo que el presidente Trump ha tomado muy en serio”.

Aunque los estudiantes chinos aún constituyen el grupo más grande de estudiantes internacionales en Estados Unidos, la retórica de la administración de Trump ha hecho que muchos de estos estudiantes sean más reacios a venir aquí, afirman administradores de universidades y expertos en educación superior.

No estará claro hasta el próximo año cuántos estudiantes de primer año extranjeros perderá Michigan State, ya que muchos que aplazaron la inscripción de otoño planean inscribirse en primavera, dijo Patty Croom, directora de admisiones internacionales, reclutamiento y éxito estudiantil en la universidad. El otoño pasado, Michigan State recibió a ocho mil 570 estudiantes de primer año, cerca del siete por ciento procedentes del extranjero.

Croom dijo que los estudiantes internacionales y sus familias están comprensiblemente preocupados. El coronavirus está tan extendido en Estados Unidos que la Unión Europea ha cerrado sus fronteras a los residentes estadounidenses. “¿Por qué enviarías a tu hijo de 18 años aquí?”, preguntó.

Cientos de instituciones de educación superior en todo el país han reportado brotes de coronavirus desde que comenzó el año escolar. Más de 88 mil casos de coronavirus se han vinculado a los campus universitarios desde que comenzó la pandemia, según The New York Times. Michigan State, que ha pasado a impartir la mayoría de sus clases por internet, ha reportado 155 casos entre estudiantes y su personal desde principios de agosto, en comparación con los 93 casos de la University of Michigan. St. Cloud State reportó un caso, según el Times.

Algunos líderes universitarios temen que la pandemia pudiera ser un punto de inflexión para los estudiantes internacionales. La retórica antiinmigrante de Trump y las restricciones de inmigración ya han hecho que muchos se lo piensen dos veces antes de estudiar y emprender una carrera aquí. Incluso si Trump fuera reemplazado por un presidente más amigable con la inmigración, pudiera tomar años para que las inscripciones internacionales se recuperen, afirman los administradores universitarios.

“A mí me preocupan las implicaciones a largo plazo”, comentó Wacker. “Así que puede que pasemos por el COVID en otoño, pero ¿cuál es la secuela de esto, en términos de inscripciones internacionales?”

Otros tienen más esperanza. Las inscripciones internacionales se recuperarán con el tiempo, tal como lo han hecho después de crisis pasadas, señaló Dennis Dunham, director ejecutivo de la Oficina de Asuntos Mundiales de la University of Central Oklahoma en Edmond, Oklahoma. “Creo que se recuperará, porque el sistema educativo de Estados Unidos sigue siendo considerado uno de los mejores, si no el mejor del mundo”.

El número de estudiantes internacionales en Estados Unidos ha ido en aumento durante décadas y aumentó rápidamente después de la Gran Recesión. El año pasado, más de un millón de esos estudiantes estudiaron o participaron en cursos de posgrado aquí, según el Institute of International Education, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York. Eso es alrededor del 5.5 por ciento de todos los estudiantes en instituciones de educación superior de Estados Unidos. Alrededor de la mitad de los estudiantes internacionales provienen de China e India.

Desde la elección de Trump, los estudiantes internacionales han continuado inscribiéndose en las universidades del país, pero la tasa de crecimiento se ha desacelerado. Entre los años académicos 2017-18 y 2018-19, el número de estudiantes internacionales creció en una fracción de un uno por ciento, según el Institute of International Education.

Es probable que los estudiantes internacionales que están en medio de un programa de licenciatura permanezcan inscritos este año, dicen los administradores universitarios. Muchos de estos estudiantes no volvieron a casa en la primavera porque no pudieron conseguir un vuelo, estaban tomando cursos de verano o estaban trabajando en proyectos de investigación.

Han Seth Lu, un estudiante de último año que se está especializando en educación infantil en Central Oklahoma, no pudo conseguir un vuelo de regreso a Myanmar en la primavera (y no se sentía seguro de volar en ese momento de todos modos) por lo que decidió quedarse en Edmond y tomar clases de verano. “Mi país estaba prácticamente cerrado”, señaló.

Pero los administradores dicen que esperan dar la bienvenida a menos nuevos estudiantes internacionales en el campus este otoño. Fue imposible para muchos estudiantes obtener una visa en la primavera y el verano, cuando las embajadas y consulados de Estados Unidos cerraron debido a la pandemia.

Algunos estudiantes internacionales que no pueden llegar físicamente a Estados Unidos se están inscribiendo pero estudiando en línea. Otros lo están aplazando. Y algunos están buscando una educación superior en otro lugar.

Shahzad Ahmad, vicepresidente asociado del centro para estudios internacionales en St. Cloud State, dijo que recientemente tuvo noticias de un estudiante admitido originario de Perú que esperaba viajar a la embajada de Estados Unidos en Ecuador para obtener una visa, ya que la embajada de Estados Unidos en Perú aún no ha reanudado las citas para las visas.

Treinta y cinco estudiantes internacionales de primer año, cerca de la mitad del número habitual, no pudieron llegar a St. Cloud este otoño debido a los retrasos en las visas, reveló Ahmad.

Otras universidades están informando de una disminución aún más pronunciada de las inscripciones.

“Perdimos unos 200 estudiantes en nuestra universidad solo porque los consulados no abrieron”, dijo Dunham de Central Oklahoma. Solo unos 60 nuevos estudiantes de licenciatura y de posgrado procedentes de otros países se inscribirán este año, muchos menos de los 230 que la universidad anticipaba.

“Se puede traducir eso literalmente en millones de dólares”, comentó Dunham. Los estudiantes universitarios internacionales de tiempo completo en Central Oklahoma pagan más de 15 mil dólares de colegiatura al año, sin incluir las tarifas de actividades y cursos, mientras que los estudiantes del estado pagan unos seis mil dólares.

Los administradores de las universidades dicen que la prevalencia del COVID-19 y la cobertura noticiosa sobre las protestas violentas en Estados Unidos (incluso las protestas lejos de las ciudades universitarias) han hecho que muchos estudiantes y familias se lo piensen dos veces antes de venir aquí. “Por lo que saben, uno sale por su puerta y se topa con disturbios”, dijo Dunham.

Boonsitanon comentó que los estudiantes internacionales están alarmados porque muchos estadounidenses se niegan a usar tapabocas, una estrategia comprobada para reducir la propagación del virus y una práctica común en Asia incluso antes del COVID-19.

La tensión política entre Estados Unidos y China y los reportes noticiosos de que los estadounidenses acosan a los asiáticos orientales y los culpan de la pandemia también han hecho titubear a los estudiantes chinos, dijo Farnsworth. “Todo eso tiene una enorme cobertura en China”, comentó sobre los incidentes racistas.

Trump y sus aliados a menudo llaman al COVID-19 la “kung-flu” o el “virus chino” porque surgió en Wuhan, China.

Al igual que muchos estudiantes nacionales, algunos estudiantes internacionales se enfrentan a desafíos como el empeoramiento de las finanzas familiares y la definciencia del internet que pudiera dificultar que se mantengan al día con sus cursos.

Central Oklahoma abrió una despensa de alimentos para los estudiantes internacionales este verano. Los empleos en el campus (la forma más fácil y a veces la única en que los titulares de visas estudiantiles pueden trabajar legalmente en Estados Unidos) desaparecieron cuando el campus cerró en marzo, señaló Lu.

Al mismo tiempo, los ingresos familiares de algunos estudiantes se desplomaron debido a las restricciones de salud pública y a la recesión mundial. Lu dijo que sus padres tuvieron que cerrar su tienda de textiles y ropa durante un mes y medio.

Estudiar en línea no será fácil para los estudiantes internacionales. Muchos se enfrentan a grandes diferencias horarias entre sus casas y sus aulas. Los estudiantes en China también deben enfrentarse a la censura del gobierno y a la vigilancia en línea.

Nikunj Agarwal, un estudiante de tercer año de Michigan State University, habló con Stateline desde su casa en Bangalore a la 1:15 a.m., hora estándar de India, o alrededor de las 3 p.m. en Michigan. “Esta es básicamente mi nueva vida”, bromeó. Mientras que algunas de sus clases son conferencias grabadas que puede ver en cualquier momento, debe sintonizar algunos cursos en vivo a altas horas de la noche.

Los estudiantes internacionales también saben que sus títulos tienen una recompensa incierta. Bajo Trump, se ha vuelto más difícil para los inmigrantes calificados obtener visas de trabajo. En junio, citando la pandemia, Trump suspendió ciertas visas de trabajo temporales y visas de intercambio estudiantil por 60 días.

Ni Agarwal ni Boonsitanon, quienes estudian administración de empresas, esperan conseguir un empleo aquí.

“Ya es difícil para los estudiantes internacionales conseguir trabajo en Estados Unidos y ahora con esto, va a ser aún más difícil”, dijo Boonsitanon sobre la pandemia. “Así que no planeo permanecer en Estados Unidos”.

Otros países de habla inglesa, como el Reino Unido, Canadá y Australia, facilitan que los graduados de sus colegios y universidades se queden allí y trabajen. Las instituciones de esos países se han convertido en alternativas tentadoras a las universidades estadounidenses.

“Hay muchas razones por las que los estudiantes internacionales eligen a Estados Unidos”, señaló Boonsitanon, empezando por la reputación académica de las instituciones estadounidenses. “Pero puedo decirle que la dinámica ciertamente está cambiando”.

Agarwal dijo que le encanta Michigan State y que está agradecido por su tiempo allí. Pero está instando a su hermana, una estudiante de último año de preparatoria, a no seguir su ejemplo. “Personalmente la animé a no solicitar el ingreso a Estados Unidos, solo por ver la inestabilidad política del país”, dijo. Además, está el frustrante proceso de obtener un visado de trabajo.

“Ve a los países que realmente te quieran allí”, le dijo, “y no te hagan sentir como una carga para ellos, no te hagan sentir no deseada”.

– Este texto fue traducido por Kreativa Inc.

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