Vendía tarjetas de felicitación de RBG. Entonces RBG la contactó

Tribune Content Agency

WASHINGTON — Al principio, Janie Velencia pensó que estaba en problemas. La ex periodista, que dirigía su propia empresa de tarjetas de felicitaciones, acababa de recibir un mensaje de una asistente de la jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg (RBG).

“Entré en pánico”, dice Velencia, quien había estado haciendo tarjetas de felicitación con un retrato de Ginsburg durante un par de años.

El correo electrónico no decía lo que quería Ginsburg. “Pensé: ‘Oh Dios, tal vez la ofendí o no le gusta'”, dice Velencia.

Pero no fue así. Aparentemente alguien le había dado una tarjeta a Ginsburg, quien quería pedir algunas para repartir entre sus amigos y familiares.

“Eso fue increíble”, dijo Velencia. “Supongo que nunca pensé que ella las vería”.

La dueña del negocio empacó las tarjetas y las envió, y recibió una firmada a cambio. Fue surrealista ver la letra de RBG junto a la insolente imagen impresa en el frente, un retrato de la propia jueza con un sombrero de fiesta inclinado en un ángulo elegante.

“Salud”, había garabateado.

Ahora, la ícono de la justicia, quien murió la semana pasada, está entrelazada con los montones de mercancía que surgieron a su alrededor en los últimos años, desde pequeños disfraces de Halloween hasta camisetas con algún uso puntilloso de la palabra “supreme”.

Diseñados por artistas y admiradores, más productos inspirados en RBG siguen apareciendo en cada rincón de internet, incluyendo un babero de bebé de la compañía de ropa e impresión Raygun hecho para que se parezca a uno de los cuellos distintivos que ella usaba en sus togas judiciales.

En la mercancía, ella es un ícono. Pero cuando se acercó a Velencia, era una persona, lo cual fue una sorpresa. “Era bastante especial”, comenta Velencia.

Velencia y su amiga Alissa Scheller fundaron la Card Bureau en septiembre de 2016, en medio de una acalorada campaña presidencial que muchos expertos supusieron que ganaría Hillary Clinton.

“Empezamos esto como una salida divertida y creativa”, señaló Velencia. “Solo quería hacer cosas que yo compraría y que no podía encontrar en las tiendas”.

Pero hubo algo en las tarjetas de felicitación de RBG que repercutió entre sus clientes.

Ginsburg había sido durante mucho tiempo un ícono feminista y liberal entre los círculos legales, pero fue su punzante disidencia en un caso de derechos de voto en 2013, combinada con la cultura de los fans de internet y los memes, lo que la catapultó a la fama.

El caso, Shelby County vs Holder, determinó si se debía exigir a los gobiernos estatales y locales con antecedentes de discriminación que obtuvieran el permiso del gobierno federal antes de hacer cambios en sus leyes electorales. La mayoría dictaminó que la fórmula utilizada para determinar qué jurisdicciones necesitaban permiso era obsoleta y, por lo tanto, inconstitucional.

Ginsburg no estuvo de acuerdo, y escribió que poner fin a las protecciones era “como tirar tu paraguas en una tormenta porque no te estás mojando”.

Poco después, un estudiante de la escuela de derecho de la New York University comenzó el blog de Tumblr Notorious R.B.G., y luego le dio continuidad con un libro.

“No había mucha gente que te hiciera sentir bien en ese momento”, dice Velencia. “Creo que había (y todavía hay) un gran vacío de líderes femeninas a las que todos podamos admirar”. Para muchas mujeres, RBG era esa figura.

“No todas podemos ser como Beyonce o Taylor Swift, ¿sabes?”, dice Velencia. Pero para las mujeres profesionales ambiciosas en el mundo de las oficinas, RBG era más afín (aunque Velencia reconoce que no todas pueden ser juezas del Tribunal Supremo). “Recibimos muchas órdenes de abogados o de graduados de la escuela de derecho”.

En los primeros días de la Card Bureau, antes de que el mercado de RBG se saturara tanto, sus tarjetas constituían alrededor del 40 por ciento de los ingresos de Velencia. “Solo podía venderlas en tiendas alrededor del Capitolio, que es donde yo vivía en ese momento. Y empezó como una caja de zapatos con tarjetas bajo mi cama”.

Desde la muerte de Ginsburg, las ventas de RBG de Bureau se han disparado, pasando de un día típico de 60 a 70 pedidos a cerca de 400, según Velencia. (Afirma que donará la mitad de las ganancias de las ventas al por menor de los productos RBG al Women’s Rights Project, el cual Ginsburg cofundó en 1972 como abogada de la American Civil Liberties Union.)

El impulso inicial de RBG (la persona, no el icono) llegó justo cuando Velencia lo necesitaba. Habiendo empezado el negocio como un trabajo secundario mientras trabajaba en el Huffington Post, no estaba segura de si era algo que quería continuar.

“Si no fuera por ella, probablemente no habría tomado este camino inesperado”, dice. “Y esta compañía de tarjetas que se ha convertido en una compañía de regalos y velas probablemente no existiría”.

– Este texto fue traducido por Kreativa Inc.

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