¿Hay alguna forma de predecir quién se quedará sin hogar? Estos investigadores de la UCLA afirman que sí

Tribune Content Agency

LOS ÁNGELES — Como las filas de personas sin hogar están creciendo más rápido que la construcción de viviendas, una de las estrategias más populares para reducir la falta de vivienda ha llegado a ser simplemente mantener a las personas en sus casas.

En teoría, una pequeña inyección de dinero en efectivo, asesoramiento o ayuda legal pudiera ser la diferencia que evite que alguien termine en la calle. Pero la realidad no es tan simple.

De las decenas de miles de personas que están al borde de perder sus casas cada año en California y en todo el país, solo una pequeña fracción lo hace.

“Solo una de cada 10 personas que parece que van a quedarse sin hogar, en realidad se quedan sin hogar”, anunció Phil Ansell, director de la Iniciativa para los Desamparados del Condado de Los Ángeles.

La mayoría de los programas de prevención no toman en cuenta estas estadísticas, errando del lado de ayudar a tantas personas necesitadas como sea posible. Pero para ser verdaderamente efectivo y rentable, un programa tendría que ser capaz de identificar a la persona que se quedará sin hogar con una precisión razonable”.

Hasta ahora, no ha habido forma de hacerlo. Sin embargo, los investigadores del Laboratorio de Políticas de California de la UCLA y del Laboratorio de la Pobreza de la Universidad de Chicago están cambiando eso al analizar millones de interacciones entre las agencias de servicios sociales del Condado de Los Ángeles y los residentes.

En un artículo publicado este mes, la UCLA informó que ha mejorado las probabilidades de identificar a quiénes se quedarán sin hogar en un ratio de uno de cada dos.

Animados por los resultados, los funcionarios del Condado de Los Ángeles que trabajan con personas sin hogar están lanzando un programa piloto de tres millones de dólares para poner a prueba el trabajo del laboratorio en el mundo real. Los departamentos de salud, salud mental, servicios infantiles y familiares y servicios sociales públicos revisarán una lista de personas compilada por la UCLA y les dirigirán servicios preventivos.

La UCLA, que está llevando a cabo la investigación sin costo alguno para el condado, también identificará familias, adolescentes y adultos jóvenes adicionales en riesgo.

Janey Rountree, directora ejecutiva del Laboratorio de Políticas de California, dijo que los investigadores utilizaron un análisis predictivo para modelar cientos de factores de riesgo potenciales para los desamparados. El principal de ellos fueron las interacciones con las agencias de servicios sociales del condado.

La mitad de las personas que se quedaron sin hogar por primera vez en 2017, y el 70 por ciento de los que anteriormente carecían de hogar y habían perdido su vivienda de nuevo en 2017, ya eran clientes del condado. Se descubrió que las personas en mayor riesgo provenían de áreas de alta pobreza y habían estado involucradas con múltiples agencias, desde servicios de salud mental hasta la cárcel.

Dada la correlación general, los investigadores pudieron predecir la probabilidad de que cada persona se quedara sin hogar en 2017 examinando todos los registros del condado de adultos solteros durante los cuatro años previos.

Entre las tres mil personas clasificadas como las más propensas a perder su vivienda, casi la mitad lo hizo, un índice 48 veces mayor que el promedio de los clientes del condado. Entre el uno por ciento superior de ese grupo (o alrededor de 19 mil 600 personas), más de un tercio se quedó sin hogar.

Los investigadores concluyeron que hasta seis mil 900 episodios de falta de vivienda podrían haberse prevenido si se hubiera atendido a ese uno por ciento.

Ansell apuntó que en marzo presentará a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles un plan de implementación para el programa piloto de prevención. El personal de las principales agencias del condado formará un nuevo equipo y creará planes de asistencia individual para las personas identificadas como en riesgo de quedarse sin hogar. El equipo tendrá un financiamiento flexible que podría ser utilizado para servicios externos como asistencia para el desalojo o subsidios de alquiler.

En su fase inicial, el programa piloto se sumará a los programas de prevención actualmente financiados por el impuesto sobre las ventas para las personas sin hogar de la Medida H.

En los dos primeros años de la Medida H, el condado ha gastado alrededor de 22 millones de dólares en prevención. Los informes muestran que dos mil 205 personas y familias recibieron asistencia, y el 85 por ciento de ellos conservó su vivienda.

“El resultado extiende los escasos recursos de prevención a una gran franja de hogares de bajos ingresos”, según un informe de la Iniciativa para Personas sin Hogar del condado.

Lo que no se sabe es cuántos de los que recibieron ayuda habrían tenido éxito sin ella o cuántos de los que finalmente se quedaron sin hogar fueron pasados por alto por el actual proceso de selección, que se basa en la autoidentificación de la inestabilidad de la vivienda o en la observación de un gestor de casos.

No se espera que el programa piloto tenga un efecto en el número de personas que actualmente están sin hogar en el Condado de Los Ángeles, ni que corte inmediatamente el flujo de personas que se encuentran sin hogar. Se espera que eventualmente lleve a un uso más eficiente de los fondos para la prevención.

“La prevención, por su naturaleza, es una intervención única y relativamente modesta”, concluyó Rountree. “Lo que realmente intentamos hacer es llegar a más gente más pronto con una intervención menos costosa que cambie el curso de su vida, que evite muchos eventos traumáticos para esa persona, pero que también libere al resto del sistema para centrarse en el desafío más profundo, que es la población crónicamente desamparada”.

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